Ritual satánico

Decimoctavo cumpleaños

17 de Diciembre 2013

-Todos están muertos, todos están muertos- Decía Gabriela acurrucada en sus piernas entre la oscuridad.

-Todo... todo es mi culpa-

10 de Diciembre 2013

-Mamá ¿esta todo preparado para cuando vengan mis amigos?vendrán en cualquier momento-. Decía Gabriela mientras los niños corrían a sus espaldas con las manos llenas de comida gritando y manchando todo el patio.

-Sí, esta todo en la encima de la mesa, las cucharas y el cuchillo para la tarta- Dijo su madre alzando la voz.

Se escucho como tocaban a la puerta y Gabriela acudió lo más rápido posible para abrir y ver si sus amigos habían llegado.

-¡Ei, chicos! Os he estado esperando, esto es un desastre, están los hijos de los vecinos jugando con la comida como si fueran bolas de nieve-

-Vamos Gabriela no seas tan quejica, mira te hemos traído un regalo nos ha costado muchísimo encontrarlo, espero que lo tengas en cuenta- Dijo Lucas suspirando como si se hubiera quitado un peso de encima.

-Gracias, chicos. Estoy impaciente por abrirlo- Dijo Gabriela abriendo el regalo y mirando a sus amigos. Lucas despeinado, rubio y un poco rellenito, Amanda morena de pelo largo con una vestimenta un tanto provocadora y Melisa con sus gafas redondas y su pequeña melena castaña.

-¡Oh, Dios mío! No puedo creerlo es... ¡ES UNA TABLA DE LA OIJA! Os quiero chicos, venid aquí-.
Dijo Gabriela abrazándolos con la tabla en las manos.

-Bueno ya que estamos aquí comamos un poco de tarta de princesita-
Dijo Robert acoplándose a la fiesta. Robert era un vecino de su edad que era un tanto insoportable y al que solo había visto 2 veces por el vecindario.

Terminó la fiesta y se fueron todos a sus casas. Después de ordenarlo todo Gabriela recibió una llamada inesperada.

-Si, ¿diga?-
-Verás, yo no estaba de acuerdo en comprarte esa dichosa tabla... el caso es que cuando me estaba quedando dormida un escalofrío a recorrido todo mi cuerpo y he sentido la necesidad de llamarte y decirte que...

Se corto la llamada y empezó a sonar el teléfono fijo del comedor. Gabriela sentía un frío estremecedor que le calaba los huesos. El teléfono seguía sonando y ando hacia el lentamente como si el cuerpo le pesará.

-¿Hola?, ¿Quién es?- Estaba temblando descalza en el comedor a oscuras con el teléfono en mano.

-Gabriela soy Lucas, tengo que decirte algo...-
-Dime ¿que pasa?-.
-Primero tranquilízate
-Vale, está bien- Respiró profundamente
-Lo siento muchísimo tengo que contártelo, lo siento de verdad- Dijo Lucas llorando.
-la tabla que tienes en tus manos ha sido utilizada desde el 1996 en rituales satánicos para contactar con el diablo y posesiones de personas ya muertas, todos los que tuvieron la tabla anteriormente están desaparecidos, otros locos, y otros... están dentro de la tabla, tienes que deshacerte de ella, lo siento mucho no era mi intención...-.