Ritual satánico

Confesiones

11 de Diciembre 2013

-Cariño, cariño ¿estás bien?

Decía la madre de Gabriela mientras tocaba su cara con una caricia.

-umh, oogg... mamá ¿que ha pasado? argg me duele todo-

-no tranquila, no te levantes. Ayer mientras dormía escuche un golpe muy fuerte que provenía del comedor, estabas tirada en el suelo con el teléfono en la mano y los ojos en blanco, te habías desmayado, tu respiración era como si durmieses profundamente.

-¿Como?... qué extraño...-

Gabriela empezó a recordar unas imágenes escalofriantes de aquella noche. Colgó el teléfono fue al baño se miro al espejo, los ojos se le comenzaron a poner en blanco lentamente, no sentía su cuerpo estaba paralizada.

-Mamá, mi móvil ¿Donde está?-

-Aquí, toma cariño descansa- Dijo su madre dándole un tierno beso en la frente y cerrando la puerta para que Gabriela descansará.

Llamo por teléfono a Lucas

-Lucas ¿que pasó ayer?-
-No lo sé, cuando te dije la historia de la tabla tu respiración cambió y empezaste a hablar de una forma muy extraña me colgaste e intenté llamarte pero no había cobertura- Dijo Lucas muy preocupado.
-Gabriela- continuó Lucas.
-Hemos quedado todos esta noche en mi casa están pasando cosas muy extrañas...-
-Lucas ojalá esto solo sea una broma, ¿por qué me regalaste la tabla? ¿Donde la conseguiste?-
-La encontré en mi sótano en unas cajas polvorientas que nunca habíamos abierto, se nos olvidó comprarte un regalo y no queríamos ir con las manos vacías entonces yo recordé que te gustaban mucho ese tipo de cosas, quedemos en restaurar la tabla y regalártela para tu cumpleaños-
-La historia de la tabla, ¿como lo supiste?- Dijo Gabriela asustada e impaciente.
-La tabla no estaba sola en la caja. Había unas fotos antiguas, en ellas se mostraban unos rituales bastante extraños, una mujer manejaba la tabla junto a un niño pequeño.En varias fotos hay una persona muerta en el suelo con un pentagrama dibujado y velas a su alrededor-
Dijo Lucas queriendo que todo aquello acabará.
-Dios mío... Lucas-
-Gabriela y la tabla ¿Donde está?
-En mi armario-
Dijo Gabriela mirando a su armario en frente de su cama.
-Cógela y reúnete conmigo esta noche, buscaremos una solución-