Día de final del mundial de League of Legends de 2019.
Nos invocaron en el mismo equipo.
-¿Dos ADC?-pregunté despistada.
-Creo que haré se support-dijo extrañada.
Una rara elección ta que ella Miss Fortune está hecha para ser ADC.
-¿Qué estrategia crees que habrán pensado esta vez?-Dije intentando sacar un tema de conversación.
-No lo sé, pero con tal de ganar-Dijo con voz firme.
Fue una partida increíble, las dos fuimos por la línea de top, no nos destruyeron ni una torre, dieciséis bajas cada una con cero muertes.
La verdad es que nunca había visto a nadie disparar así, era la primera vez que me atraía alguien, y era de mi mismo sexo.
Ese cabello rojo como el fuego, ese traje apretado de pirata, esa forma de luchar.
Era todo tan perfecto en ella, pero y si era hetero, y si no nos volvían a invocar juntas.
Pero no fue así a partir de ahí siempre luchábamos juntas, por alguna razón siempre que entrabamos en batalla me preocupaba más que se salvara ella a salvarme yo o ganar otra baja.
No fuimos conociendo y haciendo amigas, teníamos muy buenas jugadas y estrategias, me encantaba jugar con ella, sentía un gran calor en mi pecho siempre que le veía.
Los enemigos temblaban al vernos entrar en el campo de batalla. Sentía como, como si quisiera estar con ella por siempre y nunca encontrarnos en equipos rivales.
Eramos el combo perfecto, nunca perdíamos, me volvía loca verla disparar sus habilidades.
Es tan hermosa, pero, ella es mujer, y a juzgar por como se comporta con Master Yi hetero.
