Dieciséis

938 159 20
                                    


Por fin podía descansar en paz, sin confusiones, sin enigmas de los cuales pensar toda la noche, «¿me habré librado de esa psicópata?» se preguntaba con frecuencia, mientras esperaba por las noches un mensaje de su regreso. Pasó un día, luego otro, pero no hubo ningún mensaje, ninguna nota en su casillero que hiciera que sintiese ese sentimiento de miedo y confusión que le había embargado las noches anteriores.

Esperó y esperó, pero nada pasó.

Por fin podía descansar, y se dispuso a continuar su vida como si Emma nunca hubiese existido, como si sus mensajes extraños y acosadores no hubiesen llegado a su teléfono.

Pasaron varias semanas muy banales, conversaba con sus amigos y había conocido a una chica un poco divertida. Le gustó desde el momento que la vio. Era hermosa, con un cabello castaño claro que le caía sobre los hombros ondulante, y una mirada traviesa y divertida. Era su chica ideal.

Se había convertido en su novia, ¿podía existir algo mejor?

 Era dedicada y alegre, siempre iba a clases, hasta que algo inusual pasó.

¿Quién es Emma?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora