Mañanas

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Me desperto un estruendoso sonido de algo cayendo para despues escuchar un "¡ME CAGO EN TODO!" que me hizo sonreir. Aun cuando habia sido despertado asi, la voz de Willy y lo que pensaba que estaba haciendo en la cocina me ocacionaban un ligero cosquilleo en el pecho. Sali de la cama y me vesti con algo abrigador. Me gustaba dormir en ropa interior pero el resto de la casa deberia estar helada por el horrible frio que hacia fuera gracias a una nevada, la primera del invierno. Cuando abri la puerta dispuesto a salir, un olor dulce y una melodia con bastante ritmo me hizo mas aun. Camine de puntillas a la cocina, la puerta estaba medio abierta y podia ver a un hermoso pelinegro moviendo las caderas y cantando con una espatula a modo de microfono. Me adentre despacio esperando que no notara mi presencia detrás de el.

-¡Eh Eh Eh! Mueve ese culito, mueve ese culito - dije cantarin, bailando tambien.

-¡JODER! Vegetta, me asustaste de muerte. - Willy se apoyo en la encimera, intentando regular su ritmo cardiaco. Yo me reia, su reaccion habia sido la que esperaba.

-Pero bueno, ¿mi Willy se enojo conmigo?- Lo abrace por la cintura, depositando un pequeño beso en su cuello.

-Deberia..

-Pero...

-Solo te dejare sin desayunar. Aunque hice lo que te gusta, no lo podras probar por ser tan hijo de puta conmigo.

- Willy...

-¿Qué? - Dijo volteandose para verme, su rostro reflejaba altaneria, se estaba intentando vengar.

-No comiences algo que no vas a terminar, chaval...

-No se de que hablas... ahora dejame terminar de preparar MI desayuno. - Se libro de mis brazos dirigiendose al estante donde guardabamos los platos y demas. Fui un poco mas rapido que el, porque antes de que siquiera se acercara al cajon, yo ya lo habia estampado contra la pared, pegandome a el, restregando mi entrepierna con la suya, besando su cuello con fiereza. - Veg- Vegetta.. - dijo jadeando.

-¿Qué pasa, Willy? - susurre en su oreja, aprovechando para morder un poco su lobulo.

-Va- vamos a la habi- habitacion

-No - Me separe de su cuerpo de golpe. - Me voy a preparar el desayuno.

-No...- ronroneo, acercandome un poco mas a el, besando ahora mi cuello - Yo te lo preparo, vamos..

-Eres un chantajista - Pose mis manos sobre su cadera y lo sorprendi con un ataque de cosquillas.

Su risa inundo toda la casa, escapo pero no lo deje, sali correteando tras el, jugando, riendo, amandolo un poquito mas. Y asi eran nuestras mañanas, eramos felices, yo lo hacia reir y el me invitaba a ir de regreso a nuestra habitacion. Esta vez yo habia ganado, otras veces, sus besos eran mi delirio y me dejaba llevar por el. 

Drabbles || WigettaWhere stories live. Discover now