El

Te Amo

Pasaron semanas y cada día estaba más de acuerdo en que estaba enamorada de el.
Recuerdo que era día martes y cuando veníamos de regreso del colegio no había ido la señora que iba por nosotros así que nos fuimos caminando,  yo me canse ya que estaba lejos y el me cargo en su espalda,  sentí hermoso,  después de unos minutos le dije.
- OK creo que ya puedo caminar
-segura,  me dijo
-si respondí
Caminamos sin decirnos nada y me tomo la mano,  un corto eléctrico surgío en mi,  me sonroje lo voltie a ver y le dije.
-¿porque?
-como que porque respondió
- porque actúas así conmigo
-porque eres quien le da sentido a mi vida.
- mire al suelo y pare.,pero, es encerró?
-si respondió

Llegamos a mi casa y se despidió de mi. No dejaba de pensarlo,  de cantar de bailar y escribir "te amo Emilio".
Al día siguiente lo vi y le dije en la escuela.
-podemos hablar de ayer?
Y me respondió - no creo
-porque,  le dije?
-porque es un error y se fue.
Sentí un nudo en mi garganta,  entre a mi salón apresurada y comenze a llorar,  sentía orrible,  me sentía estúpida.
De regreso no le dirigi la mirada y me baje,  le di gracias a la señora y me fui.
Pasaron los días y no le hablaba.
Asta que un día jueves para ser exactos me busco en el colegio y me dijo.

-perdón
-no Emilio,  me lastimaste demasiado - es que no se que me paso ¿quieres ser mi novia?
No lo pensé ni un poco y le dije
-si
Pasaron los días y no nos hablábamos,  pueden creerlo,  eramos novios y no nos hablábamos a su  que le dije que mejor terminaremos a lo que me respondió. - OK
Me fui de ahí triste,  llegue a mi casa y realmente estaba muy triste.
Pero seguía locamente enamorada,  y de ahí volvimos unas  veces,  asta que cuando por fin íbamos "bien"  lo vi abrazando a otra y me dijo.
-estas bien bonita
Llegue y le dije
-si verdad Emilio y me fui,  el me sigui y le dije
-déjame por favor,  eres un idiota.
Agachó la cabeza y me fui.
No le hable por mucho tiempo bueno 3 meses,  casi ya lo había olvidado.
Comenze a ser novia de un niño llamado Jonathan y cuando Jonathan y yo estábamos mejor que nunca,  salíamos,  reíamos,  todo era perfecto.
Emilio me dio una carta que decía :