Como Leche Para Milo

mi primera vez

Recuerdo esa mirada penetrante, esa mirada que decía, qué pensara hacer. Yo era el que tenía el control de la situación, todo dependía de mí primer movimiento.

Yo en teoría estaba listo, me había documentado como es posible para una situación similar.

Escuché historias y consejos de personas mucho mas experimentadas y creia que eso me dejaría listo. Pero listo cómo, nunca había hecho nada parecido. ¿Cómo se prepara uno para hacer algo que nunca ha hecho?

No quería escuchar que yo me equivoque, que yo no sabía que estaba haciendo, no quería escuchar ninguna crítica negativa después de esa noche.

No quería que mi inexperiencia fuera tan evidente.

Todo comenzó con la invitación a un evento, querían que yo fuera y claro, ella también fue. Y que más que ella, con la que aprendí lo primordial y lo más importante, ella tenía todo el derecho a acompañarme. Pasaron las horas y mis nervios eran muy evidentes.

El momento se fue acercando. La temperatura subía a medida que la noche nos mostraba su majestuoso paisaje, de constelaciones, estrellas y una luna que lo único que le faltara para que fuera más hermosa era que si luz iluminará nuestra noche tan especial, nuestra primer noche, un capricho que la luna cumplió a gusto.

Decidimos salir y nos preparamos para empezar a transmitir ese sentimiento, esa ilusión y ese amor, ese amor que el mundo tiene derecho a sentir, a conocer, a ver.

Como un novato, la mire, pase mi mano izquierda sobre su delicado cuerpo y comencé a detallar cada una de sus hermosas imperfecciones, imperfecciones que el tiempo y la experiencia le habían dado a ella.

Ya con el corazón acelerado, con esas ansias de comenzar y yo, en posición de ataque comencé, pregunté que si está todo preparado para que yo comience, al sentir la afirmación cerré mis ojos, tome un suspiro y comencé.

Recuerdo como días antes, antes de ese evento, yo estaba tranquilo, mis amigos y yo lo único que hacíamos era recochar, nos reuníamos y hacíamos lo que los jóvenes hacen.

Recuerdo como en nuestro ocio llegó la chica que se volvió tiempo después un milagro. Ella llegó ahí para verme y conocerme, no sabíamos a lo que nos estábamos enfrentando ese día, sabíamos que éramos personas jóvenes y con miras a nuestro futuro, que lo único que queríamos era saber más de nosotros dos.

El mundo es demasiado pequeño, ya que fue un amigo que la conoció primero y el fue quien me la presentó, aun sabiendo que los dos nos queríamos conocer.

Antes se esa noche mágica, pasaron muchas cosas, conocí mucha gente, conocí a muchas otras chicas y finalmente la noche llegó.

Ya era esa noche especial y estaba a punto de iniciar, me acomodé me relaje y ataque con fuerza y emoción pura.

Toque mi primer acorde de guitarra frente a un público de unas mil personas, una universidad llena. Mi grupo y yo en eseomento estábamos incursionando por primera vez en el fantástico y mágico mundo de la música.

Comencé a tocar nota por nota y cuerda por cuerda, la gente sentía esa emoción que yo y ella, si ella, mi fiel compañera, mi guitarra eléctrica, mi primer guitarra eléctrica, mi guitarra económica, esa guitarra que uno compra sólo para aprender, teniendo una guitarra de mejor calidad era mi primer guitarra la que debía estar conmigo, esa compañera fue la que me ayudó a transmitir esa emoción que tenía guardada durante tantas horas.

Pudimos ver cómo mucha gente se regocijaba en medio de la emoción de la música. Pudimos ver como la gente sentia ese amor que transmitimos en medio de una cancion, ese día sentí por primera vez como nosotros logramos hacer que las parejas se besen, porque fuimos nosotros quienes dimos ese impulso en medio de nuestras melodias para que ese joven tímido diera el primer paso para que ellos tuvieran una historia de amor.