Capítulo 8

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Kate llamó con los nudillos sobre la puerta de la habitación de Espo y Lanie.

- ¡Cinco minutos! – grito Espo desde dentro y ambos pudieron oír la risa de Lanie.

- ¡Estaremos en la cafetería! – gritó Castle sonriendo – parece que no han tenido bastante con dos horas – le dijo a Kate levantando las cejas y ladeando la cabeza.

- Será por que Espo no ha estado mirando a nadie mientras trabajábamos – le dijo ella andando hacia el ascensor.

- O será porque su amiga la detective le ha encubierto ante Lanie – le dijo él correteando tras ella hasta alcanzarla.

Kate se paró frente al ascensor, pulsando el botón de llamada.

- Vamos Kate – le dijo abrazándola por la espalda – no eran miradas intencionadas- le dijo mientras Kate se separaba de él y le miraba de abajo a arriba - ¿podrás perdonarme?

Él puso su carita de gatito de Sherk y Kate le sonrío acercando su cara a la de él.

- Ya veremos – le dijo rozándole los labios con los suyos y separándose rápidamente para entrar al ascensor – pero desde luego para ganártelo necesitarás más de dos horas.

Castle se quedó inmóvil lo suficiente como para que las puertas del ascensor comenzasen a cerrarse, en ese momento él se estremeció y dando un salto entró al ascensor y poniéndose detrás de ella, sin tocarla, acercó sus labios al oído de Kate y sopló ligeramente sobre su oreja.

- ¿Quieres que llame para decir que me he puesto malo y tienes que quedarte para cuidarme? – le dijo separando su pelo y besándola muy despacio en el cuello.

- Será mejor que recuperes fuerzas en esa cena – le dijo volviéndose y riéndose – si quieres conseguir que te perdone.

- Eres terrible detective – le dijo rodeándola con sus brazos y besándola.

Veinte minutos más tarde, Lanie y Espo se apresuraban a entrar en la cafetería.

- ¿Podemos irnos ya? – preguntó Kate dejando su refresco sobre la mesa y poniéndose en pie.

- Lo siento – se disculpó Lanie mirando divertida a Espo.

- Lanie – espetó Kate – no lo sientes en absoluto – le dijo negando con la cabeza- vámonos no quiero hacerles esperar – dijo Kate cogiendo de la mano a Castle que se había levantado de su silla a la vez que ella.

Kate apretó el botón de encendido del coche y busco en el navegador la dirección de Ángela, que apareció entre decenas de direcciones, fijándola como destino. De inmediato una voz en off empezó a darle instrucciones.

- Castle, el cinturón – advirtió Kate ante los pitidos de aviso.

- Si – dijo poniéndoselo mientras jugueteaba con su Iphone.

- ¿Vamos muy lejos? – preguntó Espo.

- El navegador pone que veinte minutos – contestó Kate mirando la pantalla - ¿Qué es esto? – preguntó al ver que en la pantalla aparecía un mensaje de aceptación del dispositivo Bluethoot y Castle se apresuró a dar aceptar.

- Mira esto – le dijo a Kate mientras pasaba a la pantalla de control de audio y comenzaba a sonar una canción de Bruce Springsteen – es mi Iphone – dijo entusiasmado.

- ¿De verdad? – preguntó Espo inclinándose hacía delante – como mola tío.

- ¿A que sí? – dijo con voz infantil.

- Espero que lo dejes como estaba – advirtió Kate.

- Se desconectará en cuanto apagues – le dijo con seguridad.

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