capítulo 1

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   Hoy es lunes 10 de octubre.
Hoy se pone en práctica el nuevo horario de la escuela, lo habían cambiado por problemas de la dirección o bueno la verdad no se por que.
   Estoy triste por que en el anterior horario nos tocaba lunes y viernes E.F. a la última hora, pero nos tuvieron que cambiar el maldito horario.
   En éste horario ni si quiera nos toca Educación Física esos días, hay que decepción.
   Bueno, dejaré de estar pensando en el maldito horario y me iré a la maldita escuela.
   Este día no es especial, así que no me llevaré ningún accesorio, sólo iré como normalmente voy.

   Al entrar a la escuela me siento más cansada de lo que ya estaba, yo creo que es por que ayer (domingo) me levanté a las diez de la mañana y hoy (lunes) me levanté a las seis.
   Me voy directamente a él aula 17, que es donde nos toca Formación Cívica y Ética. Al ver a Samantha me da risa, por que su cara de por si ya es chistosa y está haciendo una mueca.
   Me acerco y saludo con la mano a Ailin, esa chica me cae bastante bien.
   Cuando saludo a Samantha me siento rara pero igual voy y me recargo en la pared, todavía no llega la maestra así que comienzo a platicar con Samantha:
   —¡Samaaaantha!—digo como si fuera una retrasada.
   —¿Que pasó Isaaa?—me dice imitando mi tono de voz.
   —Teengo sueeñoooo.—digo siguiendo con lo que sea que es esto.
   —Pues vámonos a nuestras casas, así podremos dormir todo el día.—me dice poniendo fin a nuestra broma.
   Menos mal que todavía no llega la maestra, así no haremos trabajo en toda la... ¡Mierda! Ya llegó, así que vamos a tener que trabajar.
   Entramos en el salón y me voy directamente a mi silla, que es la número 10, por que ese es mi número de lista, estoy hasta en frente y estoy justo en frente del escritorio de la maestra...
   —Buenos días, chicos.—dice la maestra con un tono de voz que hace que yo ponga los ojos en blanco.
   —Bueeenoooos diiiiaaaas—dicen todos menos yo.
   Yo la verdad nunca respondo el saludo de ningún maestro a menos que me lleve bien con alguno de ellos.
   —Muchas gracias chicos, sentados por favor.—dice la maestra.
   Una vez que estamoss sentados tenemos que sacar el material, que es la libreta, el libro y el gafete.
   —Erick—dice la maestra pasando lista.
   —Presente.—contesta él mostrando su material.

   Cuando me toca a mí, sólo le enseño mi material y me regaña la maestra por no decir presente. La verdad esa maestra es muy especial en ese aspecto...
   Entonces nos pide que hagamos la actividad con lápiz y mierda, no tengo lápiz.
   Ya se, mejor le voy a pedir uno a Karla, ella siempre trae.
   —Karla—digo con una voz que ni yo reconozco.
   —Mande—dice ella con su esa voz asquerosa rosa de niña chiquita, ya me acordé por que le dejé de hablar.
   No puedo creer como es que se convirtió en mi mejor amiga, me da náuseas de recordarlo.
   —¿Me prestas lápiz?—le digo ya con mi voz normal.
   —No tengo.—me dice después de revisar su lapicera haciendo sonidos con los lápices al moverse dentro.
   —Mmmm está bien, gracias.

   Esa y las otras tres clases se pasan muy rápido. Ya al final de la clase de inglés el teacher nos dice:
   —Vayan con Dios.—como suele hacerlo cada que sus clases terminan. Samantha y yo nos vamos a dejar nuestras mochilas en el salón de Ciencias Física para estar cómodas.

   Pasamos a la cooperativa para comprarme unas galletas y después nos vamos a caminar por toda la escuela. Me gusta caminar así con ella por que me siento más unida a ella.
   —Oye wey
   —¿Que pedo?—me dice mirando al frente.
   —Esque hay un wey de tercero que vive por mi casa, no me gusta pero le quiero hablar.—digo mirando a varias personas.
    —Neee si te gusta—me dice poniendo su cara perver, esa cara que tanto de adoro.
   —¡No!—digo sonriendo de una manera que hasta yo sospecho que si me gusta.  
   —Haay como si no te conociera, yo conozco todas tus caras—me da un codazo.
   —Mmm pues no se.—digo mirándola a ella y luego miro al frente.
   Empujo cuidadosamente a una niña de primer grado que está estorbando para poder pasar.
   —Mira wey ahí vá.—me dice haciendo un gesto con la cabeza hacia donde está el chico, si no mal recuerdo mi primo me había dicho que el se llama Marco.
   —Mmm si pero no le voy a hablar ahorita.—le digo mirando al frente como si no hubiera notado la presencia de Marco.
   Cuando voy caminando tranquilamente hacia mi destino que está para salir de entre toda esta gente, siento una mano ajena en mi brazo.
   —Oye amiga ¿me prestas $2?—me dice Marco como si nos conociéramos de toda la vida.
   —Ammm—pienso bastante. Estoy haciendo tráfico. No tengo cambio, sólo tengo monedas de $10. Nunca le he hablado, pero se donde vive.
   >>Al carajo<<
   —S...Si—le digo dándole una moneda de $10.
   —Ahorita te doy tu cambio amiga.
   —Si, niño que vive por mi calle.—le digo para que sepa por que le presté el dinero. Se me queda viendo, como analizando mi cara. Pero simplemente se da la vuelta y se va, no me había dado cuenta de que estaba con una chica y con otro tipo.
   Eso fue raro, lo invocamos. ¿Como puede ser posible que estuviéramos hablando de él y él me hablara así?
De verdad que no me lo creo.
   —¿Lo conoces wey?—me dice Samantha, está claro que no sabe que él es Marco.
   —Pues sí, el es el tipo—le digo remarcando las dos últimas palabras para que se dé cuenta de quien estoy hablando.

   Después de dar varias vueltas por toda la escuela vemos a Ailin y Celeste que van caminando, la verdad es que admiro mucho su amistad. Pero Celeste no me habla tan bien como quisiera, si yo si le hablo bien, no lo entiendo... Oh ahí está Marco con su amigo, y ahí vie... ¿neta? Se siguieron.
Pero estoy aquí ¿será que no me vieron?
   —Ahí venía wey.—me dice Samantha como si yo no me hubiera dado cuenta de lo que acaba de pasar.
   —Si lo ví pendeja.—le digo volteando a ver a dónde se fueron.
   Oh baia baia se fueron a dónde está Celeste... Le está hablando.
   Me volteo como si no me hubiera dado cuenta de lo que pasó y sigo caminando con Samantha.
   —¿Que no te iba a dar tu dinero?— me dice viendo a Celeste, y a Ailin, y luego a el amigo de Marco, y luego a Marco.
   —Pues se supone, pero no te preocupes, Ahorita se lo pido, además ya se en que tercero va.—le digo influyendo más seguridad de la que planeaba.
   La verdad es que creo que no me gusta este tipo, sólo lo encuentro un poco atractivo.
   —Bueno...—me dice en el momento que ya ninguna de las dos está volteando a ver a los tipos.
   —Pues ya wey vamos a ver qué hacemos que se nos acaba el receso.—le digo como si estuviera tan aburrida.
   —Vamos a acosar niños de primero, ¿te parece?—me dice poniendo su cara perver.
   Ella y yo somos tan unidas, ya las dos sabemos que nos encanta y que cosas no nos gustan, somos prácticamente iguales.
   En ese entonces vamos a ver a quién acosar y siento una mano ya no tan ajena en mi hombro.
   —¿Tu eres la chica que me prestó dinero?—me dice mirando mi mano, lo cual me hace voltear a verla también, no se que es lo que estoy haciendo.

Hola chic@s espero que la estén pasando bien, yo me encuentro un poco mal pero eso no es excusa para no sonreír.
Bueno ésta es mi primer historia en ésta cuenta😅.
Por que las otras cuentas ya no las pude abrir pero jaja tengo esta, bueno sólo espero que les guste.

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Siete días contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora