Mi razón para vivir

El Comienzo

Bueno... soy Edgar , y... mi historia, ja, mi historia al principio era bonita. Vivía con mis padres juntos y felices, tenía amigos, sonreía y disfrutaba, hacía lo que un niño hace cuando es eso, un niño. Pero todo cambio una tarde, tan solo tenía 10 años, era un simple día ordinario, salí con mis amigos a jugar, después me devolví a casa. Subí a mi habitación en paz, hasta que ruidos extraños me alarmaron, sentía golpes, llantos, gritos. Baje corriendo para ver que sucedía, me escondí al final del pasillo para ver la horrorizarte escena que transcurría a través de mis ojos.

Mis padres peleaban de una manera descomunal, gritos iban, gritos venían, de la nada mi padre golpeo la pared provocando el silencio absoluto de mi madre.

-Tu- soltó con asco y repulsión- NO ME TRATAS ASÍ- agarro el cuello de mamá azotando su cabeza duramente contra la fría pared de ladrillos derramando sangre al piso.

En ese momento algo iba mal, algo paso, algo se rompió, esa fina capa que separaba la cordura de la locura se destrozo, temblores pasaban por todo mi cuerpo, voces invadían mi cabeza y de la nada, de un impulso, ya iba corriendo con un gran cuchillo directo al pecho de la persona que llamaba papá, y sin piedad penetre en su corazón, una, dos, tres veces, quizás pudiese estar llorando, pero la verdad, se sentía muy bien, la sangre caer, el filoso cuchillo atravesar aquel inerte cuerpo...

Cuando termine con el mire el cuerpo agonizante de mamá, sonreí con plena malicia.

-Juguemos un poquito mamí- dije para acercarme a ella con ninguna buena intención- Adiós...

Después de unas cuantas horas se escuchaban las sirenas de las patrullas policiales, la cuales fueron llamada por los vecinos después del gran escándalo que causaron mis padres en su estruendosa pelea. Unos policiales cruzaron la puerta me vieron ay sentado, en el suelo junto a los cadáveres de mis padres tiesos y yo completamente ensangrentado.