UN DURO COMIENZO

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Una mañana de invierno en Detroit, Carl Donner sale de su casa con dirección a su trabajo, como de costumbre sin embargo al cruzar el callejón por el que acortaba el camino a diario, para llegar al restaurante chino El Retorno Del Loto.

Donde laboraba hasta ese fatídico día en el que se encontró con un personaje de aspecto peculiar, a quien no le presto mayor atención, pero al cruzar por su lado, aquel hombre misterioso saco un arma. Con la cual lo amenazo para que le entregara sus pertenencias, pero solo tenía un reloj de bolsillo que su padre le había regalado años atrás.

Él se opuso y por suerte sostuvo el arma del agresor y evito que lo hiriera pero solo prolongo lo inevitable, este hombre no estaba solo los otros integrantes de la banda decidieron intervenir. Carl era alto y de complexión robusta, por eso los cuatro hombre decidieron atacarlo lo golpearon y lo redujeron, se hallaba inconsciente en el piso cuando aquel personaje que comenzó el problema le propino el tiro de gracia que acabo con su vida. 

Eso fue toda la vida de un padre cabeza de hogar de pocos recursos pero muy honesto termino.

La esposa de Carl, Sara Donner se enteró de todo unos minutos después de lo sucedido, un residente el lugar vio que Carl estaba tendido en el suelo y llamo a ambulancia, pero ya todo había pasado no había nada que hacer.

Llamaron a la Esposa de Carl y comenzó el sufrimiento de esta madre viuda, que no contaba con un trabajo ni apoyo económico, solo le quedaba recurrir a su suegro quien le ayudo con el entierro. Y le dijo que podría ir a Hong Kong; donde tenía contactos que podrían ayudarla, no tuvo más opción que seguir ese consejo, pues no había quien más le ayudara.

Por suerte el corrió con todos los gastos para que se fueran ella y su hijo Michael Donner, quien tenía apenas nueve años de edad cuando todo sucedió, Sara le explico lo sucedido de la mejor manera que pudo, pero fue en vano estaba muy deprimido y ella escondía sus lágrimas en sonrisas y palabras de aliento.

Pero por dentro sentía que todo se venía abajo, como podría ella dejar todo atrás y marcharse con su hijo a un lugar totalmente desconocido.

Eso era lo que ella se preguntaba pero lo que se repetía a sí misma, le dio la fuerza para seguir con su plan ella no dejo de pensar en alejarse de todo lo que le provoco daño e intentar que su hijo, viviera uno de sus más grandes sueños; Por el trabajo de su padre en el restaurante de comida china, Michael se sentía interesado por todo lo que tenía que ver con esta cultura en especial las artes marciales, puesto que la decoración del restaurante tenia siluetas de hombres practicando karate. 

El simplemente quería aprender todo lo que pudiera sobre las artes marciales.

Por eso Sara pensó que era una buena idea vivir en un lugar, alejado de todo su pasado. Aún el recuerdo de su esposo lo llevaba muy presente pero estaba decidida a luchar por su hijo que en su estado actual solo pensaba en todo lo que su padre le enseñó, en esos consejos que solo un hombre sabio podría dar.

En todo el viaje Michael intento dormir para no pensar en lo que paso pero no pudo evitar observar las grandes construcciones antiguas y modernas de Hong Kong. Y Sara mientras tanto.

Se comunicó con los contactos de su suegro. Diciendo.

-Sara: hola mi nombre es Sara esposa de Carl, me estoy comunicando con usted por recomendación de mi suegro

Tuvo que dejar un mensaje pues no le respondieron, pero al poco tiempo llego un texto que decía, que estaría felices de recibirla. Y al pequeño Michael.

-Sara: Parece que su suegro hablaba con sus amigos sobre Michael.

Llegaron a Hong Kong, Sara y Michael, y en el aeropuerto de Chek Lap Kok, había un hombre que con el nombre de ambos escrito en un papel con una textura similar a una tela fina, de inmediato se acercaron y supieron que era el contacto del padre de Carl, así que lo siguieron hacia la ciudad de Wuhan, y llegaron a un barrio con altos índices de pobreza sin embargo estaba bien para empezar o eso pensaron Sara y Michael.

 Llegaron a una casa de aspecto humilde donde, fue lo único que pudieron hacer por ellos de ahora en adelante tendrían que defenderse solos.

-Sara: es momento de empezar nuestra nueva vida.

-Michael: desearía que mi padre estuviera aquí

Para ambos fue muy duro y no podían dejar de pensar en la razón para alejarse de Detroit, pero Sara se sintió aliviada de ver que en el camino hacia la ciudad de Wuhan; Michael se quedó asombrado de las academias de artes marciales y de toda la variedad que había, en efecto le interesaba en gran medida esa cultura. 

Mientras Sara de dispuso a buscar trabajo y una escuela para Michael,

Michael empezó sus clases tres días después de su llegada a Wuhan en una escuela primaria que quedaba muy cerca a su casa. En ese aspecto todo parecía resuelto pero Sara seguía buscando trabajo. El primer día de escuela de Michael no fue nada fácil; llego al salón de clases, y su mirada parecía perdida parecía alguien retraído y solitario. 

Pero eso esa de esperarse, estaba en un lugar tan diferente, y con personas en muchos ámbitos distintas a él.

Le pidieron que se presentara parecía que no quería hacerlo, pero rompió el silencio de una manera que nadie esperaba ni siquiera la señorita Lee, la profesora de Michael.

Michael: buenos días, (dijo en voz enérgica) me presento soy Michael Donner; me mude hace tres días a Hong Kong, tengo 9 años vivo solo con mi madre pues mi padre falleció, me gustan las artes marciales y la comida china.

Pensó la señorita Lee que Michael era alguien bastante alegre por la forma en la que se describió a sí mismo, en el salón de clases había solo un muchacho similar a el pues venía de norte américa, Michael se sentó a su lado, (por alguna razón se sentía más cómodo así), lo miro fijo y pregunto.

-Michael: cuál es tu nombre.

-John Piarse: mi nombre e John, también soy de Wuhan.

-Michael: podemos ser amigos, no conozco a nadie aquí, y no quiero estar solo.

-John: está bien.

Llego la hora del receso y John le enseño cada lugar de la escuela a Michael, el no presto mucha atención porque, a su alrededor todos lo estaban mirando, como si algo estuviera mal con Michael, algunos de los estudiantes se reían de el, pero John le dijo.

-John: no te preocupes los primeros días eso es normal, vas a ver que en poco tiempo eso va a cambiar.

John hablaba con seguridad así que Michael, trato de ignorarlos aunque fue difícil. Pero, eso no era lo más difícil no entendía las lecciones de la profesora Lee, así que tenía que pedirle ayuda a John, no se sentía cómodo con eso pero no tenía más opción.

Al llegar a su casa le contó todo a Sara pero omitió el hecho que sus compañeros se burlaban, no quería darle más preocupaciones a su madre, y ella a su vez no supo cómo contarle a su hijo que no había conseguido trabajo ese día tampoco. 

LA BATALLA DE SU VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora