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Kim Mingyu es un chico al que nunca se le han dificultado las cosas pues es astuto, es lindo, divertido, buen amigo y sobre todo buena persona; lo único que ha encontrado difícil Mingyu es lograr obtener la atención de Wonwoo.

El chico desde hace un par de años vuelve loco a Mingyu, cuando llegó como el estudiante nuevo, Mingyu no pudo quitar sus ojos de él, era muy inteligente, muy lindo, tenía una voz que llevaba a Mingyu al cielo en cinco segundos y hasta logró que el moreno identificara su orientación sexual. Sí, definitivamente desde ese día Mingyu se considera Wonwoosexual porque sólo tiene ojos para ese chico. El problema aquí nace no porque Mingyu tenga algo malo que aleje al chico, porque definitivamente muchos querrían ser Wonwoo para que Mingyu esté tan pendiente de ellos, el problema nace en los gustos de Wonwoo, el anime, manga, videojuegos basados en los mismos, juegos de rol, todo eso absorbe la atención de Wonwoo.

Para Mingyu es común ver a Wonwoo leyendo manga en la escuela durante los recesos, durante el almuerzo, mientras camina en los pasillos y hasta en clases de educación física (ya que a el azabache no se le dan muy bien), ese sería el obstáculo número uno ya que hace que Wonwoo no se pueda fijar en el físico envidiable de Mingyu, ni siquiera notó cuando comenzó a peinarse de lado, de manera encantadora y eso que Mingyu lo hizo solo para él. El obstáculo número dos son irónicamente dos personas, Wen Junhui y Lee Chan, cuando Wonwoo no está leyendo manga está hablando con estos otros dos otakus de su clase, Mingyu desearía saber tanto de manga como ellos, y le gustaría ser en especial como Jun, ese chico que vino de intercambio de china siempre parece estar demasiado cerca de Wonwoo, es un chico con un acento muy lindo, es tan otaku como Wonwoo, es apuesto aunque a Mingyu le cueste aceptarlo y el chico ¡ha viajado a Japón! Definitivamente Wonwoo tampoco tiene tiempo para fijarse en su personalidad  si ya se fija en la de otros dos.

Si Jun era la competencia de Mingyu, ya podrían irle dando la medalla de oro.

O eso pensaba Mingyu hasta que logró hacerse con un dato muy interesante.

El menor del grupo de Wonwoo, el pequeño Chan, estaba enamorado de Jun, Mingyu siempre lo atrapaba sonrojandose cuando hablaba con el chino, siempre lo seguía con la mirada cuando no estaban juntos, le traía mangas como regalo y Mingyu jura que más de una vez lo vio fruncir el ceño ante las interacciones más que amigables de Wonwoo y Jun. Teniendo conocimiento de un dato tan importante Mingyu no iba a perder la oportunidad de usarlo a su favor.

Oye Chan, te gusta Jun y a mi Wonwoo, ayudémonos.

Así de directo fue Mingyu, pues él no tenía tiempo para rodeos, él quería conquistar a Wonwoo y esa era su prioridad más grande.

Oh Kim Mingyu, eres el ángel que ha bajado del cielo para ayudarme a extinguir las llamas de mi dolor.

Y así de intensa fue la respuesta de Dino, pero a Mingyu no le importaba que tan intenso fuera el chico, solo le importaba que le ayudara en su tarea de conseguir un poco de la atención de Wonwoo.

El pequeño Dino nunca juzgó a Mingyu, ni puso queja a las peticiones del mayor pues para este chico, que Mingyu lo quisiera ayudar era como si le hubieran arrojado el Santo Grial directo a la cara, Mingyu era todo lo que Dino creía que era perfecto, ya que el pequeño tuvo un crush por el de colmillos peculiares antes de que llegara Jun y bueno no solo él, media clase suspiraba por Mingyu, que se lo pregunten a Hansol si se atreven a decir que no es cierto. Pero Mingyu no tenía tiempo para probar salir con otras personas cuando su corazón solo albergaba una y es que eso de dar oportunidades vacías no era cosa de él.

Mingyu comenzó a invitar a Dino todas las tardes a su casa porque empezaron a trazar el plan para conquistar a sus adorados otakus. Desde el punto de vista de Mingyu, el menor lo tenía todo más fácil pero él mismo... Ese era un cuento distinto.

Convención, cosplay, Mingyu ; Meanie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora