Hola mi nombre es Gillermo pero todos me conocen por Willyrex o Willy que es mi nombre en YouTube vivo hace un año en Andorra con mi compañero Vegetta que ya hemos vivido juntos en los Ángeles pero el no se adaptó a la vida allá no le gustaba mucho a mi si, pero era difícil hablar con él quedar para grabar por la diferencia de horarios y además extrañaba vivir con él, lo quiero no sé de qué manera pero es muy importante para mi me ayudó mucho con mi autoestima, siempre está cuando lo necesitó, siempre se ocupa por mi y me da todos los gustos, no se que haría si me falta algún día, pero eso no es lo importante, lo que les quería contar Vegetta quiere un perro y no se que hacer.
Pero les cuento todo desde el principioFuimos a comer a un restaurante que vamos siempre cerca de casa y a la salida de la cena vimos a un chico paciendo a su perro y a Vegetta le encantó el perro y fue a jugar con él, su dueño lo dejo al ver lo bien que reacciono y lo feliz que se veía su perro y yo igual estaba feliz por ver su cara tan alegre de Vegetta. Estuvo jugando con él media hora su dueño y yo nos sentamos en unos asientos de una plaza que había al frente de la calle, mientras ellos jugaban nosotros hablábamos de cómo era tener un perro él me decía que era hermoso que es incondicional y que siempre que esta mal o le pasa algo él está todo el tiempo su perro se llamaba Rocco, también me contó todo lo malo de tener un perro cuando son cachorrito con sus macanas que rompen todo hacen pis en todos lados hasta que aprenden pero dice que no te podes enojar con ellos por su ternura y lo dulce que son, en ese momento Rocco y Vegetta ya no daban más se habían agotado ambos, con el dueño estábamos feliz ya nos podríamos ir a casa porque ya era tarde y estaba cansado y lo mejor era que Vegetta estaba agotado y llegaría directo a dormir y no joderia mucho camino a casa, estaba muy callado asta que me pregunto:
V- Willy puedo tener uno
W- Un que
V- Un perro son muy bonitos y son muy alegres, me alegro el día si un perro ajeno me puso tan feliz imagínate uno propio- tenía una cara de ilusión y felicidad
En ese momento no quería quitársela pero era imposible -W- Lo siento pero Piénsalo viajamos mucho, no tenemos tiempo, no sabemos si la casera nos deja, es mucho trabajo, es un ser vivo y tiene necesidades básicas que tenemos que cubrir que no se si somos capaces de hacelo y que si se nos muere, no podemos- su cara se iba transformando cada vez se ponía más triste y eso me dolía pero era la verdad
V- Pero mis padres nunca me dejaron tener uno porque el departamento que vivimos era muy chico y al ser hijo único no tenía con quien jugar, tenía a mis padres que los amó y son los mejores pero no es lo mismo vos por suerte tenías a Carol pero yo no tenía a nadie ni a un perro que hiciera que no me sienta sólo- me rompía el corazón ver a Vegetta tan triste pero no podíamos tener a un perro ahora.
W- Lo siento pero no podemos ahora -miro para abajo y siguió caminando callado hasta llegar a casa
Al llegar a casa abrió la puerta paso espero hasta que yo pase cerró la puerta con llave la dejo en el robot que compre para sostener cosas y a Vegetta no le gusto para el living y la dejo al lado de la puerta para poner las llaves después de dejarlas se dirige a su habitación sin decir nada.