El relato que les traigo hoy, es un relato que trata sobre una noche que se quedo Pablo a dormir en casa.
Era pasada las doce de la noche, cuando pablo y yo después de terminar de ver una película nos fuimos a la habitación a dormir. Una vez en la habitación Pablo se acostó en la cama y con una sonrisa sexy me sedujo para entregarnos cuerpo con cuerpo. Como la televisión de mi habitación estaba encendida, Pablo me dijo que la apagase, yo me negué y él con la cara de enfadado me dijo de nuevo que la apagase pero yo me resistí. Se levanto de la cama y me estampó contra la pared cogiéndome de las manos por detrás, me susurró a la oreja “No me vuelvas a desobedecer jamás porqué tú eres mío y de nadie más”. Esas palabras me excitaron tanto que me desaté de él y me lancé a sus labios, le besé apasionadamente hasta que nos tumbamos en la cama. Al tumbarnos, él cogió mi camisa y me la rompió con sus manos de acero, me besó y atacó mi cuello, debo decir que mi cuello es mí perdición, y me cogió los pezones y me los mordisqueó. Sentí un calambrazo en la punta de los pies y eso me gustó muchísimo, fue bajando por mi abdomen hasta llegar a mi pene.
Cuando llegó a mi pene, sin tocarlo con la mano, se lo metió lentamente en la boquita y lo saboreó como un chupete. Eso hizo que me entrasen mariposas en la barriga y solté un chillido muy placentero, él me dijo que sabía muy rico mi líquido pre seminal y me derretí con sus palabras. Poco a poco me iba girando y me dijo que me pusiera a cuatro patas, una vez puesto en esa posición me escupió en el culo y me lo lamió todo. Me lo iba comiendo a la vez que me iba introduciendo sus dedos largos y con volumen. Me gustaba mucho porque los dedos eran muy agradables y me daba mucho gusto, mientras me hacía esto, de repente se echó encima de mí y me dijo <<Quieres que te folle como nunca antes te hayan follado>> yo claramente no me pude resistir a esas palabras y afirmé con un gemido que le hizo mucha gracia.
Metió su polla dentro de mi culo, el tamaño del miembro era una media de 18-20 centímetros, y me provocó un escalofrío que me dejó helado. Me lo hizo un buen rato a cuatro patas y de vez en cuando me daba cachetazos en los glúteos, cosa que resultaba muy electrificante mientras me daba duro. Al rato, me dijo que si quería montar a caballo y afirmé con una sonrisa, el se tumbó con los brazos detrás de la cabeza y yo me subí encima de su polla erecta y gustosa, me subí e iba subiendo y bajando a un ritmo modesto, ya que esta posición es como hacer zancadillas. Cuando llevaba un rato empezó a moverse y fue allí cuando empecé a disfrutar de la postura. Me abalancé encima de él y le iba besando mientras me iba penetrando locamente.
Llegado a este punto, me dijo que le faltaba poco para correrse y yo le dije que quería que lo hiciera en mi boquita, le encantó la idea y me cogió tumbado y se puso en mi cabeza. Me iba follando la boca lentamente pero con mucha intensidad hasta que me besó y me dijo <<Allí va lo que tú quieres >> Y sé corrió muy dentro de mi boca, no se corrió encima de mi boquita sino dentro de mi boquita sin sacarla. Noté como ese río de leche iba saliendo del volcán como dulce de leche para mi paladar. Me lo tragué todo y a él le gustó mucho.
Mientras él me iba follando la boca, yo me iba tocando mi polla y me gustaba mucho. Después de correrse Pablo, el bajó y me la mamó hasta que me corrí en mí barriga. Él con su polla, cogió mi semen y me lo ponía en mi boquita y notaba como eso le ponía mucho porqué solo rozaba su capullo rosadito con la punta de la lengua.