‹Voces en mi Cabeza›‹Wigetta›

›Final‹

V)

*UNA SEMANA DESPUÉS*

—Hace 15 años conocí a esta bella persona. Ambos éramos pequeños, por lo cual no teníamos idea de lo que nos esperaría para el futuro.

›Jugábamos todas las tardes y cada sábado en la noche, acordábamos para pasar la noche juntos en la casa de alguno de los dos. Nuestras madres eran amigas, y lo siguen siendo, al igual que nosotros. Sólo que... nosotros tomamos un camino distinto. Pero la amistad seguía intacta.

›Pasaron los años y bueno, me enamoré de él. Me enamoré de mi mejor amigo. Aquella única persona capaz de hacerme sentir bien con su sola presencia. Aquel ser mágico que llegó a mi vida para cambiarla totalmente y hacerme dar cuenta de que lo que había vivido hasta el momento, no se comparaba con lo que estaba por vivir junto a él.

›Guillermo era especial, y por muchos motivos. Su sonrisa alumbraba el día más oscuro y triste. Podía solamente hablar y mi mundo ya se daba vuelta completamente. Me guardaba su risa en mi memoria para reproducirla una y otra y otra vez, hasta que me canse de ella... lo cual dudo mucho que pasara. Su sonrisa era una imagen constante que tenía en mi mente y bueno... en mi celular también.

›Pasamos tantos momentos juntos, los cuales sin duda alguna voy a recordar para siempre.

›Pero bueno, me enamoré y nunca pensé que sería correspondido.

›Realmente el día que se lo había dicho estaba nervioso no, lo siguiente. Mi voz no salía y mi cuerpo entero temblaba al estar frente a él y su mirada tan penetrante. Lo menos que pensé en el momento es que él lograría hacer calmar ese nervio de la manera en que lo hizo. Pero así fue y nunca me lo vi venir.

›Creo que nunca había tenido un beso tan mágico y especial como ese. Es que bueno, él era el mágico y especial. Él lo convertía todo con sólo estar y formar parte del mundo. Mi mundo; que era él.

›Recuerdo perfecto como sus labios habían chocado de manera torpe con los míos y el minuto que tarde en corresponder aquel beso. Nos movíamos tan mal, pero de alguna forma extraña, pero hermosa, nos complementamos y eso era suficiente para mi.

›Recuerdo sus palabras como si tan sólo hubieran sido ayer; "Yo también te amo, Samuel" me dijo cuando nos separamos, y nunca había escuchado algo tan lindo salir de su boca.

›Sentí una paz interior al escucharlo decir eso. Porque yo no le había dicho nada, pero él lo había entendido todo... y hasta mejor que yo. Sonreí por inercia al sentir esas mariposas en mi estómago y sin nerviosismo esa segunda vez, fui yo quien lo besó. Para oficialmente el 27 de octubre, un par de semanas después de nuestro primer beso, nos hicimos novios. Pareja.

›Las tardes con él a mí lado habían pasado a ser las mejores para mi. Con tan sólo 18 años había vivido mucho más de lo que esperaba y creanme que fue gracias a él. Sus impulsos lograban que yo sea impulsivo junto con él, porque si él estaba conmigo, yo estaba con él, y así era como funcionaba. Sus ojitos de cachorro lograban convencerme de cualquier cosa y obvio, lo usaba a su favor. Cuántas corridas al super habré hecho por unas fresas... pero nunca me arrepentí. Al ver aquella sonrisa que se le forma al sentir el sabor de la fruta es... tan satisfactorio, que lograba que yo quiera ir a comprar 70 fresas más para que él pueda seguir sonriendo de esa manera.

›Aunque también, las cosas tristes pasan y yo no puedo evitar eso.

›Hace cosa de 7 meses una mala enfermedad atrapó su cuerpo. Nuestro noviazgo ya llevaba 9 años y... ¡Dios! Los mejores nueve años de mi vida. Él, su persona, lograba tantas cosas en mi y tantos sentimientos que nadie más pudo lograr.