Se levanto de su cuarto, sin pensarselo dos veces , se puso la camisa y la chaqueta y se subió a su moto, había pasado de todo lo que le decía la gente, a los de la prensa los enviaba a la mierda , es más, nunca habían visto mis alas, no era oficial, no tenían pruebas, la única que era capaz de verlas era esa chica de catorce años que se había quedado con la boca abierta.
Le parecía perfecto todo, es más , le parecía tan perfecto que cada vez que veía a esa niña que ya había cumplido los quince, pero que yo para joderle siempre le decía que tenia catorce, era algo raro, porque esa chica veía cosas que nadie más podía ver, nadie podía ver sus alas por que solamente quien creía en ello podía verlas, y nadie le podía ver volar porque solamente yo, podía hacerme einvisible mientras volaba.
Esa noche, cuando la lluvia empezo a caer, mis alas empezaron a mojarse, esa niña corrió hacia mi y me puso una manta sobre las alas, las acarició lentamente, rozó mis dedos con las alas y de pronto, cuando todo parecía tener sentido, cuando todo había cambiado, cuando nada era para siempre, me hizo snetir vivo, porque no había cosa más agradable que sentir el tacto de sus manos en las alas, me dolía mucho, porque cuando se mojaban sentía un peso enorme sobre mi espalda, pero, solamente ella era capaz de salvarme.
-Anguel, hay un hombre que te busca por todo el pueblo, dice que tiene que hablar contigo
-¿SI? pues que hable, yo le escucho Abril.
-No seas borde, parece serio, es más parece peligroso.
De pronto vi a ese hombre, se acerco corriendo y me amenazó con un cuchillo, empezo a rajar mi pecho, pero Abril lo empujo, y yo protegí a esa niña con todas mi suferzas.
-ESTAS COMPLETAMENTE LOCO.
-No una gota de tu sangre creará más angueles y podremos hacer una guerra, aun que tu seas el más fuerte.
De pronto perdí el conocimiento, no se como me había hecho aquella herida, pero ese cuchillo era letal, me dejaba inconsciente en cuanto lo veía.
Me desperte en un lecho de hojas y palos, con un trapo mojado con algo viscoso en la herida, Abril estaba a mi lado secando miherida y poniendo nuevos paños de agua y ese mejunje que tan mal olía.
Me dio un zumo de algo asqueroso dice que era coco pero para mi que era meado de baca porque me hizo vomitar, la miré y me sonrió.
-Tus alas estan limpias, no tienen heridas, pero, te puse una manta sobre ellas para calentarlas.
-Se que te he tratado mal, pero eres increible Abril, gracias