17

506 49 1
                                    

Al día siguiente....
Teo llega a la casa junto a Agustín, su tio.
Mt: Ma, llegamos, ¿donde estás?
M: ¡Estoy en la cocina!
Mateo saluda efusivamente a su madre, después de haber pasado la semana en la casa de su tío.
A: Buenos Días, hermanita.
M: Buenos Dias, brother y, ¿como lo pasaste, cariño? (Mirando a su hijo)
A: Ya estoy hecho un experto en el ibox...
M: Como que se la pasaron jugando, ja, ja.
Mt: Jugamos algo, Ja, Ja, pero no esté celosa que sabes que hablé contigo casi todas las noches. No sabes cómo te extrañé... (Dándole un gran abrazo)
A: Bueno me despido que tengo que compromisos con María... (se sonrió a su hermana)
M: ¡Mándale saludos a Mari!
A: Va, ¡Adios! (se despide de ambos)
M: Hijo, me hiciste mucha falta, yo también te extrañe (Dándole muchos besitos por su cara)
Mt: ¡Ma! ¿Y cómo te sientes, ya estás bien?
M: Ya me he recuperado, ya el próximo lunes regreso a mis clases.
Mt: Me alegra mucho, aunque no me dejaste cuidarte...
M: Mi amor, estaba durmiendo la mayoría del tiempo y Manuel se ofreció a cuidarme para que tú no te ausentaras al colegio.
Mt: Me gusta que podamos contar con Manuel...
M: Teo, me alegra que pienses así. Me propuso casarme con él y formar junto contigo, Lucero y Manu una gran familia. (Lo miro nerviosamente)
Mt: Y... ¿lo aceptaste?
M: Si, acepté.
Mt: Estoy de acuerdo, así cuando yo me quede con papá o con el tío, no me tengo que preocupar porque no vas a estar sola. Además con Manuel me llevo bien, es un buen tipo y con Lu y Manu también...
M: Gracias mi vida. Me quitas un peso de encima, me alegra que estés de acuerdo con nuestra decisión de formar una familia.
Mt: Bueno entonces, ¿cuando es la boda?
M: En dos semanas.
Mt: ¡¿Qué?!, ¿no crees que van como que muy rapidito?, no será que...
M: ¡Mateo!, ¿como vas a pensar que estoy, que estoy...?
Mt: No te enojes mamá, creo en ti y confío en Manuel. Siempre, me ha parecido un gran hombre.
M: Estoy segura de que es así. Ah Mateo, Manuel y yo decidimos vender esta casa por lo que vamos a vivir todos juntos en su casa por el momento.
Mt: ¿Y cuando nos mudamos?
M: antes de la boda.
Todos disfrutaron del primer cena en familia. Manuel aprovechó la ocasión para oficialmente pedirle a Mateo la mano de su madre en matrimonio y le prometió hacerla feliz por siempre. Tanto Manu como Lucerito aceptaron la integración de May y Mateo a su familia, aunque a decir verdad, a Lucero se le vio aceptar el compromiso con menos alegría.
Manu había aceptado la noticia de la boda de su padre con efusividad.
Mn: Esta bien (dijo) May, ¿Vendrás a verme jugar al béisbol como las otras madres?
M: Pues claro que sí, Manu (le prometió, conmovida por la sencillez de su petición. Sin embargo, no le pasó inadvertida la mueca de dolor en la cara del niño) ¡Y gritaré cada vez que te toque batear!

Ma: Jamás me había dicho una palabra acerca de no tener una madre que fuera a verle jugar (le dijo Manuel a May cuando Manuelito los dejó a solas)
M: Su mundo todavía es muy concreto. Carecer de madre le convierte en diferente, y a los niños les importa mucho ser diferentes. Te casas conmigo para cambiar esa situación.
El decirlo en voz alta le oprimía el corazón de una manera que no acertaba a explicar, pero lo ignoró y se obligo a actuar con naturalidad con Manuel. Nunca le había ocultado los motivos que tenía para querer convertirla en su mujer. Se dijo que debía sentirse feliz, se llevaba una ganga, había conseguido todo lo que siempre había deseado sin tener que arriesgar su corazón. Eso era exactamente lo que ella quería. ¿O no?
Manuelito lo había aceptado, pero Lucero tenía que poner en claro algunas cosas que aún no podía distinguir en esos momentos, pero pronto no dudaría de aclararlas.

◇Acuerdo de Amor◇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora