Único

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Siempre lo miraba desde lejos, apreciando su belleza, admirando su inteligencia. Para Min Yoongi, Park Jimin era la persona más hermosa del planeta. Pero había algo inquietante en él. Sus ojos carecían de brillo, siempre opacos, a veces cristalizados. ¡Oh! Pero su sonrisa, que linda que era su sonrisa, lástima que no la sintiera verdadera.

Lo conoció por casualidad, cuando chocaron en un pasillo, y las cosas de Jimin se desparramaron por el suelo. Al principio, pensaba seguir de largo... Pero sus ojos, ay, sus ojos....

De color castaños, aterrados, llenos de súplicas y gritos silenciosos.

Sin darse cuenta, se encontraba recesos enteros mirando a Jimin, analizándolo, y queriendo saber más de él.

Park Jimin era un enigma. Un acertijo que Yoongi ansiaba descubrir. Un rompe cabezas que todavía no podía armar. Un muñeco de cristal; Con sus ojos muertos y sus sonrisas falsas. Jimin era eso... Y mucho más.

Un día como cualquier otro, Jimin hizo una mueca de dolor, cuando Taehyung, lo había tomado de la muñeca. Nadie se percató, sólo él. Y cuando no hubo nadie visible, Jimin se sacó sus muñequeras. Por algo era su dolor. Largas y rojas líneas, trazadas a lo largo de sus muñecas. Algunas heridas eran más profundas que las otras, algunas incluso ya habían cicatrizado.

Yoongi nunca se caracterizó por ser una persona vueltera. Él iba directo al grano. Será por eso, que a penas tuvo la posibilidad se sentó al lado de Jimin.

—Hola, Jimin.— Saludó como quien saluda a un amigo.

—¿Hola?— Su voz, su dulce voz, dirigida a él.

—Sé que no me conoces, pero quiero preguntarte algo.— Jimin sólo asintió.— ¿Por qué estás triste?

—¿Eh?— Jimin lo miraba confuso y con el ceño medio fruncido.

—Te pregunté "¿Por qué estás triste?"

Jimin siguió mirándolo raro, hasta que se encogió de hombros y con una de sus usuales sonrisas dijo: — No lo sé. Supongo que soy así.

—¿Cómo una persona puede ser sólo así?

—¿Quién lo sabe?— Rió.

—Jimin...— Llamó dudoso.

—¿Sí?

—No te hagas daño.— El tono de su voz había bajado considerablemente.

—También sabes eso. — Yoongi asintió. — ¿Quién eres? ¿Un acosador?

—Sólo... Es que me gustas mucho y yo... No se supone que te lo tendría que haber dicho, mierda. ¡No me rechaces!— Medio gritó cuando el otro abrió la boca. — Ésta no es mi confesión, no puedes rechazarme aún.

—Entiendo, lo esperaré con ansias.

—¿Rechazarme?

—¿Quién sabe?

Y Jimin se fue no sin antes dejar un beso de pico en sus labios.

Tal vez no en ese momento, ni unos días después, pero Yoongi estaba seguro de que ganaría el corazón de Jimin. Algún día lograría ver una sonrisa sincera.

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Hora sad dije (Pero me quedé dormida XD)

Bye~

Depresión- YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora