1

26 1 0
                                    

Todos tenemos amores platónicos como cualquier otro. Yo tuve el mío, pero este fue diferente, porque me dio la posibilidad de probarlo entre la inmensa lluvia y se fue, se escondió entre la niebla y me quede con las ganas, con las ganas de hacerle ver que le amaba.

Él no regresó, nunca volvió a ser el de antes. Lo que de una maravilla se trataba, convirtiose en una espeluznante tormenta que hasta al alma más cautelosa de miedo llenaba.

Por mucho tiempo que lograra pasar, yo le seguía amando, pero su mirada ya no brillaba. No sé qué mal pude hacer a la persona que amaba en silencio, pero de un suspiro, ni lo que tardé en abrir los ojos de mi hermoso sueño... ahí estaba él, con esa linda sonrisa que me marcó, pero la brújula indicaba hacia otro rumbo, que del norte se cansó y se fue al sur.

El océano que ahora separaba a mi fantasía no era sólo el amor perdido y aquella otra mujer, sino el inmenso océano que formaron mis lágrimas de tan grande tristeza.
Porque un amor platónico siempre será platónico.

JDX

LluviaWhere stories live. Discover now