Todos tenemos una "gran situación" en nuestra vida que nos hace cambiar. Pueden ser por obra del destino, casualidad, o simplemente tenían que pasar. Algunas son tristes, nos dan rabia o simplemente las queremos olvidar.
Cuando una entra a la casa de su mejor amiga, no espera encontrarla en el baño llorando y cortándose las venas. Esa es una situación traumante que uno quiere olvidar.
Tenía ganas de gritarle y decirle que sea fuerte, que supiera que todo tiene solución y que probablemente sus problemas no eran tan grandes como para quitarse la vida. Pero somos personas y nuestro instinto de bondad nos dice que nos agachemos a su lado la abracemos y tratemos de consolarla.
Yo lo hice. Pero ella se dedico a gritarme
-¡Fuera, no tienes nada que hacer aquí!- me grito mientras seguía llorando. El lavamanos era básicamente una piscina de sangre, mire sus muñeca y no sabia si llamar a su madre o a la ambulancia-.¡No me escuchaste te dije que te fueras!
-Pero...-no me dejo avanzar con mi oración. se puso de pie y me señalo de forma acusadora
-¡No entiendes nada! ¿no?-tenía miedo, impresión y muchas ganas de vomitar. Así que solamente negué con la cabeza-. Todo esto es tu culpa-me grito empujándome machando mi blusa blanca con ese espeso liquido color carmesí
-Co-co...-no podía hablar, estaba a punto de vomitar mi adorada pizza
-Simplemente por ser tu. Por ser ''la niña perfecta'' ''la todo me sale bien'' por quitarme todo. Tu vida es maravillosa y eso causa esto.-se señaló a si misma- Tu simple presencia causa esto-ahí voy a hacer una pausa. Ya que como cobarde que soy huí
Esta fue mi ''gran'' situación. La que dio pie al resto de mi historia. La que hizo que en mi mente una revolución.
Me hubiese encantado decirle a Amber que lo sentia. Que yo no era lo que creia. Pero no pude. No se murió si es lo que piensan.
Me di cuenta en ese instante que nunca había roto las reglas y cuando lo hice me fui de la raya.