¿A cuántos de nosotros nos ha torturado en alguna ocasión la tan famosa proclamada "soledad"?
Cuando realmente la soledad no es mala, a todos nos viene bien en algún momento estar solos, bien sea para reflexionar, descansar, o conectar de una manera más efectiva con nosotros mismos, el problema está cuando abusamos de ella, como todo, en grandes cantidades es malo.
Otro punto a resaltar es pensar en la soledad constantemente, pensar que estamos solos continuamente, que nadie se acordará de nosotros, que no le importamos a nadie, siempre hay alguien, igual ahora mismo no está pensando en ti, pero igual lo hice hace diez minutos, o lo hará en veinte minutos, ¡O igual lo está haciendo ahora!
Siempre habrá alguien, y si crees que no es así, permíteme decirte que no es estas equivocado o equivocada, igual él o ella te conocen, pero tu a ellos no, igual un familiar, un amigo, un conocido, la chica que viste en el autobús, aquel chico de aquella red social, quién sea, no eres olvidado, no es que estés solo o sola y nadie piense en ti, pero de verdad, nunca estás solo/a.