Tiro de Gracia

595 43 13
                                    

–Y bien, esta es nuestra oportunidad de ponernos en marcha. ¿Estás lista Satsuki?

La mencionada sólo sonrió ligeramente al murmullo mientras llevaba la copa de champán hacia sus finos y bien coloreados labios.

Sin llamar demasiado la atención se separaron hasta cada uno tomar un camino diferente mezclándose fácilmente entre la multitud.

*

El lugar era lujoso.

Cada una de las personas allí presentes lucían en extremo elegantes.

Aún así la pelirrosa podía brillar y sobresalir entre todas las damas del lugar si ella así lo deseaba. Porque era una experta en el arte de la seducción, y su víctima ya estaba marcada para ésa noche.

Caminó firmemente sin perderle de vista.

Su mirada era tan intensa, que bastó el correr de solo unos pocos segundos para que el pelirrojo le notara acercándose.

Una vez hubo logrado el contacto visual dibujó una tímida sonrisa en su rostro, que nada tenía que ver con la apariencia de la mujer.

Pero ése era el papel que tenía que desempeñar.

–Hola –dijo una vez se encontró finalmente de pié justo frente al joven, quién rompiendo el esquema al que la señorita estaba acostumbrada le miró con desconfianza. –Perdona... ¿te molestó...?

Los ojos de color escarlata parecieron examinarla detalladamente hasta que se dignó a abrir la boca.

–¿Es que necesitas algo de mí? si no es el caso puedes...–empezó, tan prepotente que a ella bien le recordaba a otra persona.

A quien a pesar de su carácter había aprendido a sobrellevar.

Pero su experiencia con su compañero de infancia no fue requerida cuando las fuertes palabras del chico fueron interrumpidas por una suave y amable voz.

–Vamos Kagami-kun, no seas grosero con la señorita.

Momoi se sobresalto al escuchar al intruso tan cerca sin haber sido capaz de notarle antes.

Le miró sorprendida mientras el mencionado chasqueaba la lengua y se cruzaba de brazos. –¿Donde te habías metido? moriré del aburrimiento en ésta fiesta.

–Disculpe a mi mal educado compañero, ¿podemos ayudarle en algo? –dijo pasado por alto el comentario del pelirrojo.

–P-perdón, ¿es que los interrumpo? todo el mundo aquí ya tiene compañía, sólo buscaba hablar con alguien que pareciera tan solitario como yo... –soltó su mentira tan convincente como solía hacerlo, sin embargo por alguna razón en su interior su corazón continuaba acelerado ante el susto.

–No nos causa ningún problema, si gusta puede unirse a nosotros para que no se sienta de ésa manera.

–G-gracias...

El peliceleste empezó una pequeña conversación con Kagami. En realidad le había empezado a reprender por ser tan descortés con una señorita tan guapa cómo la pelirrosa.

Cosa que aunque la chica intentó ignorar, no pudo evitar que el rubor llenara su rostro por completo.

Ella era lista. Nunca tuvo ningún tipo de problemas con las personas con las que coqueteaba para lograr acercarse y luego darles el tiro de gracia sin que ellos llegarán siquiera a sospechar.

Sin embargo en ésos momentos estaba sintiendo algo diferente...

Algo completamente extraño...

Tiro de graciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora