Capítulo III

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"Alguien toca la puerta"

Decidí abrir la puerta pero Isabel se me adelantó y la abrió, era José nuestro vecino,pero... Estaba infectado así, se tiró contra Isabel llevándola al suelo, golpe a José en la cabeza manchando toda la puerto, pero Isabel se cubría el brazo, le habían desgarrado el brazo, ~malditos bastardos~ dije en mi mente, lo bueno es que no era grabé la herida, un poco de ungüento y una venda fue suficiente,y o seguía con ir al supermercado pero Isabel insistía en ir con migo, tenía miedo de quedarse sóla, era muy peligroso, pero ella era mejor conductora que yo así que decidí en llevarla ~estará más segura junto a mi~pense , agarró las llaves y yo no solté mi bate ya que era el único armamento que disponemos, fuimos al supermercado que quedaba a una manzana de los apartamentos,-no hay caníbales- dijo Isabel, al parecer nadie había salido, los estacionamientos un poco vacíos y los estantes medio llenos, lo primero que hicimos fue separarnos ella con el bate y yo con un pedazo de hierro que encontré.
Ella fue por suministro y yo por medicina y cosas esenciales para heridas, cuando de repente escuché un disparo, ¡ISABEL!, Corrí lo más pronto posible, la encontré en shock, ella fue la que disparo, *Isabel llorando*-Perdón, lo siento, perdóname- ,por que ,- lo mate, mate a Fernando- ¡¿Que?! Por que, -era uno de ellos, por suerte encontre el arma, estaba junto al cuerpo de un policía-, okay, si ya tienes todo lo necesario vámonos de este lugar, al salir vimos que el auto estaba rodeado de ellos, jalando una carreta la tiramos con una lata de gas propano, con el arma en mano, cuando el sonido atrajo a los caníbales, dispare ~¡Mierda!~ falle ellos venian por nosotros, no eran tan rápidos pero si lo suficiente para ponerme nervioso, dispare de nuevo, ~¡carajo!~ de nuevo falle, salimos corriendo al auto y subimos en el, tome otra de esas latas y la arroje serca de los caníbales y ya de más cerca le he dado, estallo la ventana trasera del auto, aturdidos, de milagro hemos llegado a casa, sin darme cuenta me he cortado con algo, Isabel me limpio mí herida, ya era suficiente ~ya me artaron estos bichos~ -pero de que sirve enojarte, sólo te alterarás más- dijo Isabel tome su mano cálida y la besé, ~sobreviremos a esto~ dijimos los dos.

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