¡Fóllame, Luge!

1.

Minseok no era un chico que pasara por desapercibido en el instituto. A sus 18 años de edad tenía un físico envidiable por muchos y un rostro especialmente guapo. Minseok era popular, tal vez era por su apariencia, sí. Pero con el correr de los años el coreano se fue adaptando a aquella atención principal y coqueteos incesantes por parte de las animadoras.

Él amaba tener al instituto muerto por él, todos aclamaban su nombre en el partido de fútbol a pesar de que su compañero Luhan fuese quien hizo todo el trabajo. Siempre había sido así: otro hacía el trabajo y él se quedaba con el crédito, incluso sucedía con los profesores. Nadie decía nada, excepto Luhan quién se enojaba y le gritaba a Kim.

Luhan es un estudiante chino que ingresó a la institución privada por su enorme destreza en el fútbol (y claro, su influyente familia)

- ¡Minseok oppa! - Se detuvo a la mitad del pasillo cuando escuchó aquella voz chillona, que lejos de agradable ya le estaba pareciendo algo completamente irritante. Porque todos los días eran lo mismo, a pesar de que quisiera huir de esa chica esta le encontraba. No entendía cómo si estaban en edificios diferentes ya que esta aun estaba en tercer año. Y las manos de la chica le sacaron de su ensoñación, esta se colgó de su brazo izquierdo y cuando él bajó la mirada la chica no podía evitar sonreír ampliamente. - Le he estado buscando - Un puchero se instaló en el rostro de la muchacha.

No podía negarlo Boram era bonita, tenía cara de muñequita pero no era exactamente su gusto.

- He estado ocupado, Boram. Sabes que no puedes estar en estas instalaciones ¿No se supone que estás en clase?

- No tengo profesor y logré escabullirme hasta aquí. Porque estaba extrañando a oppa.

Sabía hasta donde iba aquella situación. Por lo que simplemente quería reír un poco ante ello.

- Tengo que ir a hacer algunas cosas, así que quiero que me esperes en el último salón del segundo piso, el de arte. Quiero mostrarte algo.

Y la chica no pudo contener la sonrisa sobre sus labios. En cuanto esta se despegó de su brazo y corrió a algún lugar que él no conocía. Minseok aun mantenía una sonrisa ladeada sobre sus labios.

Cuando el tiempo transcurrió, llegó al salón del que hablaba. La chica estaba sentada sobre una silla polvorienta mientras que veía los cuadros guardados allí, porque ese lugar no era más que un depósito.

- ¿Qué quería enseñarme, oppa?

Minseok no se dio a esperar y se acercó a la muchacha tomándole desde la muñeca

- Has estado buscandome siempre, en cada recreo y momento libre. Mis amigos dicen que parezco un niñero contigo a cuestas pero sé que puedo sacar provecho a esto.

Sus manos se sostienen de su pequeña cintura y pudo ver el rostro sorprendido de la chica. De inmediato su cercanía es palpable y cuando muerde su cuello, su diestra se desliza hasta sus piernas. Pero no pudo continuar cuando escuchó un sollozo que le hizo reír. Boram estaba llorando y le dio una patada que provocó que la soltara. Y sin decir una palabra la chica salió corriendo como si su vida dependiera de ello.

No pudo evitar reír; una carcajada divertidísima que le sacó el aire por unos instantes.

- Niña tonta.

Musito saliendo de la habitación, y justo en la pared al lado de la puerta pudo ver a un chico recostado en la superficie vertical. Y cuando el coreano salió, este deslizó su mirada al mismo.

- Esto no se quedará así, Minseok.

- Luhan, yo...sólo estaba jugando. No iba a hacer nada, en verdad.