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El amanecer en Londres

Aria

Nuestra llegada a Londres fue de lo normal, ya saben, llegar al aeropuerto, que te reciba una señora amable, soportar las bromas de Valentino y Christofer mas lo sonrojos de Leah.

Lo típico.

Katherine, la señora Smith, es una mujer muy charlatana y a pesar de su edad avanzada habla con nosotros como si fuera una adolescente mas.  Es un amor de persona.

Presiento que nuestra estadía en Londres va a ser espectacular y sumamente divertido. O eso espero al menos. 


— ¿Sabes que eres muy obvia?— comento con una sonrisa picara mientras acomodo mi ropa en el armario. La casa de la señora Smith es extremadamente gigante al igual que nuestra habitación. No se si podre acostumbrarme a tanto. 

— No se a que te refieres—.Mira a otro lado—¿Has visto mi collar?—contesta nerviosa, tratando de evitar el tema y   mira debajo de la cama a ver si encuentra algo.

— Eres mala evadiendo temas, creo que nunca te lo dije— señalo su collar, el cuál está colgando de su cuello.

—Ya sabes, Christopher y tú... —agrego, sus mejillas se ponen rojas y niega con la cabeza.

—Leah te conozco desde la secundaria, no me mientas. Además la otra vez cuando estabas borracha lo confirmaste—reí.

—¡Pero que cosas dices! ¡Estas loca!—se cubre el rostro con sus manos pero es inevitable notar lo avergonzada que esta.


De repente, Valentine abre nuestra puerta, avisándonos que bajemos a cenar. Antes de ir, le echo una mirada a mi amiga para avisarle que esto, obviamente, no termina acá.

En en comedor, Christopher ayuda a Katherine a poner la mesa. Me siento un poco incomoda al saber que los chicos ayudaron a la dueña de la casa y yo no, supongo que sera la próxima. Cuando ya esta todo listo nos sentamos nos sentamos a disfrutar de la comida, un plato típico del lugar. 


— ¿Estamos cerca de la universidad?—Pregunto Valentine, llevándose un poco de Cornish pasty a la boca, algo similar a las empanadas.

—Mm, no realmente. Pero les puedo prestar mi auto para que se muevan por la ciudad. Mi sobrino me prohíbe usarlo, si nadie lo usa presiento que esa chatarra dejará de funcionar pronto— comenta, evitamos reír y le agradecemos su  oferta.

—En el avión nos dieron unos libros muy aburridos, uno de ellos me llamo la atención. Hablaba sobre de que en una época, se rumoreaba de la presencia de vampiros en la ciudad ¿Qué sabe de eso?— pregunta en sus ojos se nota cierta curiosidad, luego se ríe y le da un codazo al rubio. Ruedo mis ojos, claramente es otra de sus acciones para incidirnos miedo.

Idiotas.  

—No soy tan vieja de lo que crees, mis abuelos me contaron esas historias. Puras patrañas—respondió y se paro de la mesa a llevar su plato. Leah imita su acción, luego de unos minutos  sin antes hacerle un fuck you a nuestros irritables compañeros.


Antes de ir acostarme, voy a lavar los trastes. Los horarios son bastante distintos a los Seattle para ser exactos ocho horas de diferencia. A pesar que no tengo sueño, voy a mi cuarto. Leah esta completamente dormida, yo solo me recuesto en mi cama pensando que nos deparara la universidad el día de mañana.

Lazos de Sangre (zodiac)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora