Teach Me How To Love [Mystic Messenger]

Teach me how to love.

 Esta historia puede contener spoilers de la ruta de 707/Luciel. Si no has hecho su ruta, no leas esto. 

Paz, era la palabra perfecta que podía describir su estado. 

Paz. 

La primera vez en mucho tiempo, que su mente se sentía completamente tranquila, su cuerpo relajado. Su cuerpo reposaba sobre algo cálido y a la vez áspero. Y lo que parecía ser la luz del sol, daba de lleno en su rostro. 

Jihyun Kim, mejor conocido como V, abrió sus dos hermosos ojos turquesa y la respiración se le quedó atascada en los pulmones. El cielo brillaba más que nunca, las nubes parecían pequeños barcos que navegaban en el claro océano. 

Y más que nada, puede ver. 

Al incorporarse, pudo apreciar lo que parecía una pradera. Las flores bailaban con suavidad con el movimiento del viento y el deseo tanto tener su cámara fotográfica. Por fin, se paró derecho y se tambaleo un poco, el sentimiento de calma y paz no se iba de su cuerpo, algo raro, ya que recordaba perfectamente el sentimiento de sufrimiento–

Cuando Saeran le disparó. 

El grito de Rika hizo eco en su cabeza y una mueca cargada de dolor se formó en su rostro. 

—¿Donde..estoy? —a su alrededor, no había más que pastizal, flores y el sol que iluminaba todo el sitio con su luz. 

—Los humanos lo llaman "paraíso" —una voz respondió a su espalda y se giró sorprendido. Sus ojos chocaron con dos pares grises. Pero a pesar de ser de un color apagado, cargaban con tanta vida. —Yo lo llamo "casa" —el cabello de aquella joven era de un azul oscuro y le llegaba casi a mitad de espalda, o eso parecía. Vestía una camiseta blanca y jeans negros. Iba descalza. 

—Tiene que ser un error..yo no merezco estar aquí. —recordó el rostro de Rika, distorsionado por su ansiedad y desesperación, por su dolor. Dolor que había prometido eliminar, pero al final, no hizo nada. No pudo ayudar a Rika, no pudo ayudar a Luciel...Saeyoung, ni siquiera a Saeran. 

La chica posó sus manos sobre su cadera y los ojos grises brillaron con dureza. —¿Realmente crees eso, Jihyun Kim? 

V ya no se sentía seguro sobre nada. Pero tampoco es que pudiera hacer mucho en esta situación, está muerto. ¿Que podría hacer? 

La pelo mar suspiro con pesadez. —Vamos, Jihyun. Hay alguien que quiere hablar contigo. —le extendió su mano con delicadeza, su piel cremosa y blanquecina parecía porcelana. —¿Vendrías conmigo? —le sonrío con cariño. Y algo en él tembló. Su brazo se levantó con lentitud. 

Está acostumbrado a ser él quien ofrece la mano, ser él quien ayuda, quien protege, quien pone su vida en riesgo por los demás. Quien carga con el sufrimiento ajeno. 

—¿Cual es tu nombre? —logró formular la pregunta antes de tomar la mano de la ojos grises. 

—SunHee. Pero la mayoría me llama Blue. —cuando por fin sus manos se juntaron. SunHee volvió a sonreír, pero con picardía. —Sujetate, V. —se abrazó al ojos turquesa y las alas más enormes que el jamás ha visto en su vida se asomaron de la espalda de la misma. Las plumas tenían toques azulados, desde oscuros a claros, como en degradé. 

Ni siquiera se pudo dar el lujo de quejarse o gritar. Solo se aferró a ella y observó cómo volaban por la pradera hacía lo más alto del cielo. Sorprendido ante la fuerza de SunHee, decidió hablar;