¡Yo me opongo!

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Hoy es un gran día, al menos para las personas que en este momento me rodean.

Resulta que hoy será la boda de Luh y Mah, y todos sus familiares y amigos hemos venido a apoyarlo.

--Gonis. ¿No quieres un poco de vino? -- me pregunta Sara al sentarse en una de las sillas de la mesa en la que estoy.

Yo niego con la cabeza mostrando una leve sonrisa.

De un momento a otro, el único espacio disponible que quedaba en la mesa fue ocupado por Exo, quien trae en cada mano una copa de vino.

--Eres bastante exagerado. ¿No lo crees? --le pregunta Sara, fulminándolo con la mirada.

--Oye, hay que festejar, es un gran día para el oso piojoso --se excusa para acto seguido beberse las dos copas.

Sara suspira un poco decepcionada de la morsa, luego voltea a verme con una expresión de preocupación en su rostro.

--¿Y tú estás bien? --me pregunta y yo asiento-- Me sorprende que estés aquí, pensé que no vendrías por... Bueno, ya sabes --ella sabe la verdad sobre mí.

--Estoy bien, solo me siento extraño, pero es normal considerando los hechos --respondo encogiéndome de hombros.

--Oh, Gonita, sin tan solo pudiera...

--Tranquila, todo bien --sonrío para que ella se calme.

En realidad es complicado explicar lo que siento en este momento, mis pensamientos y sentimientos se enredan en un gran nudo en mi cabeza.

Voy a ser sincero... Amo a Luh, lo he hecho desde hace bastante tiempo, y esto causa que yo esté así de mal en este día tan especial.

Me siento terrible al pensar que lo perderé para siempre, que hoy se casará con la persona que él más ama y que yo siempre me quedaré en la sombra, sin demostrar lo que siento por él.

Aún recuerdo el dolor que sentí en el pecho el día en que me dijo que se casará, pero al ver su carita de emoción al contarme, fue suficiente como para hacerme aguantar y simular una sonrisa frente a él.

Recuerdo que le dije que me alegro por él, que estaba feliz porque al fin daban ese gran paso, y en eso le prometí que vendría a la boda.
Luh aprovechó para pedirme que sea su padrino, y yo de tonto acepté.

--¿Gona, estás ahí? --escucho que me pregunta Exo, sacándome de mis pensamientos.

--Claro. ¿Qué pasa? --digo actuando lo más normal posible.

--Tío, hemos estado hablando y tú no dices ni una palabra --responde al rodar los ojos.

--Lo siento, yo...

--¿Podemos hablar un momento? --Sara pone su mano sobre mi hombro y me mira con seriedad.

Yo hago una pequeña mueca quejosa antes de aceptar y ponerme de pie.

Ambos caminamos entre toda la multitud que está por el jardín fuera de la iglesia.

Sí, todos los invitados nos mantenemos aquí mientras preparan la iglesia y demás cosas para comenzar con la boda.

Sara y yo nos alejamos bastante y nos sentamos en la orilla de una acera, sin peligro de ensuciarnos, pues yo llevo traje negro y Sara rompe las reglas con unos jeans y la blusa más "formal" que encontró. Ella nunca ha sido mucho de vestidos, está claro.

¡Yo me opongo! GONUH (One-Shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora