De corazones fríos y acantilados

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Caitlin estaba sentada en las cornisa de Star labs. Veía las pequeñas luces de los autos al moverse, las estrellas brillar junto con el anaranjado horizonte. El calor se iba junto con la luz del sol.
El frío se empezó a notar en la calle, ya no se veían tantas hormiguitas humanas en la calle. Los autos aparecían en abundancia, a toda velocidad hacia sus casas.
El frío se hizo presente en poco tiempo y ella no lo sentía, pero veía su respiración convertirse en vaho.
Aún le sorprendía saber que había algo de calor en su cuerpo.
Siempre por las mañanas se levantaba en un cuarto lleno de escarcha. Cuando dormía aún no podía controlar sus poderes y eso la asustaba. Cada vez eran más fuertes. Tenía que teñirse el pelo todas las mañanas.
  Ya nada era igual. No podía decirle a sus amigos. Su madre le había dicho que no lo podían solucionar y lo peor de todo Cisco estaba empezando a desconfiar de H.R por la desaparición de sus brazaletes anti-poderes, y aunque a ella no le agradaba en lo absoluto, no era justo.
  Luego pasó todo eso de su descontrol de poderes. Ella convirtiéndose en su peor pesadilla, Killer Frost.
  Ya no podía ver a Cisco a la cara. Le costaba hablarle a Barry sin sentirse culpable. Lo había arruinado todo.
  Y aún así Barry la obligaba a mirarlo. Él la ayudaba a no sentirse tan miserable.
  Había renunciado a su trabajo soñado por ella.
  Había arriesgado su vida ante ella sólo para salvarla de ser Killer Frost.
Y aún después de todo eso: de casi matarlo, congelarlo y luchar a perder su amistad con Cisco, él la miraba y ella podía creer que todo mejoraría, que sus poderes desaparecerían y que podría despertarse sintiendo la calidez de su frasada sin escarcha.
  Se dio vuelta al sentir algo sobre sus hombros. Era él,  era Barry con una mueca de reproche.
-Esta helando Caitie- Dijo acomodando su chaqueta lo mejor que podía sobre Caitlin - deberíamos ir a dentro.
- Lo siento, no me dijo cuenta- Intentó hacer una sonrisa pero al ver la cara del velocista se dio cuenta de que había fallado monumentalmente.
-¿Que haces aquí?- Barry se acercó más a para abrazarla- Volvamos adentro ¿Si?, aquí hace frío.
Ella sólo lo asintió, juntos bajaron de la azotea.
  Y por primera vez en un largo tiempo Caitlin sintió como la calidez de los brazos de Barry le recorría todo el cuerpo y la llenaba por dentro.

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⏰ Última actualización: Jan 23, 2018 ⏰

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