Capítulo Único

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Amarró un listón negro y ajustado a su cuello, el cual estaba adornado por un cascabel. Miró el tocador, contemplando una diadema de color negro, a la cual estaban pegadas dos orejas de gato del mismo color, un bote pequeño color rosa y una esponjosa cola de gato artificial del mismo color de las orejas unido a un butt plug.

Repasó su plan varias veces por su cabeza, pensando que se terminaría arrepintiendo y no cometería una locura como aquella, pero sólo terminaba más convencido.

Era la única forma de llamar la atención de su compañero de apartamento.

JinYoung conoció a JaeBum el semestre pasado, apenas lo vió quedó prendado por él. El chico era maravilloso, sumamente atractivo y con una personalidad encantadora. El verlo todos los días sólo empeoraba su atracción y sus nervios cada vez que lo tenía cerca.

A pesar de vivir juntos no eran muy cercanos, principalmente por culpa del menor. Debido a la timidez y los nervios que le generaba la presencia del pelinaranjo prefería no compartir conversaciones muy largas con él, el motivo principal era que tenía miedo de lanzarse sobre JaeBum a mitad de la conversación y besarlo. Por esto ideó el alocado plan, en donde sería lo que el mayor más adoraba en el mundo.

Un gato.

Tomó los bordes inferiores de la camisa que traía, siendo ésta la única prenda que lo cubría, y subió la misma hasta por arriba de sus caderas. Destapó el bote rosa, que resultaba ser lubricante sabor fresa, y vació un poco de líquido sobre el butt plug.

Mierda, de verdad iba a metérselo.

Llevó el objeto a su trasero y se estremeció al sentir el líquido frío sobre su entrada. Pensó en un momento dejar el plan de lado o sólo la cola, pero sin ésta no habría gracia. Apretó los labios y comenzó a introducir el butt plug en su interior. Cerró los ojos, dolía, pero debía hacer esto por JaeBum.

Porque ya no aguantaría más sin seguir sus impulsos.

El objeto se introdujo por completo en su interior y se quedó quieto, sintiendo aún dolor y ahora incomodidad por la invasión en su interior. Se dio vuelta con dificultad y para su sorpresa la cola se le veía bien. Suspiró de alivio, el dolor había valido la pena.

Siguió con la diadema, colocándola sobre su cabeza. Se contempló al espejo mientras se acomodaba la camisa, dejando que ésta cubriera parte de sus muslos. Estaba listo, sólo quedaba esperar a que su amo volviera.

🐱

Se escuchó el tintineo de las llaves fuera del departamento y JinYoung fue rápido a esconderse, aguantando el placer que le producía los movimientos muy bruscos ya que el butt plug tocaba su próstata constantemente.

La puerta se abrió, dejando pasar a un agotado JaeBum luego de un horario largo en la universidad y cargado con bolsas del supermercado. Había pasado a hacer unas compras luego de clases, tenía planeado comer con su compañero de apartamento algo de ramen.

— Ya llegué. —avisó luego de cerrar la puerta y fue a la cocina a dejar las bolsas. El departamento estaba silencioso, ¿acaso JinYoung habrá salido? — ¡JinYoung, ya llegué!

Nuevamente el silencio fue su respuesta, de seguro salió o estaba durmiendo una siesta. Fue a la pequeña sala que conectaba con la entrada y se sentó en el largo sofá, necesitaba descansar un poco antes de cocinar.

El menor salió de su escondite a los minutos después. Vio al pelinaranja concentrado en el programa de variedades que pasaban por la televisión. Era su oportunidad.

Estaba nervioso a más no poder, ¿y si JaeBum lo catalogaba de un pervertido y lo odiaba por siempre? ¿O si se iba del departamento? Eso no podía suceder, por eso debía jugar bien sus cartas para que todo saliera según lo planeado.

Gatito ; BNiorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora