A pesar de haber tenido un día tan pesado y estresante con todos los exámenes qué tuve, el día está sorprendentemente a gusto. Por haber terminado temprano mi último examen, salgo del aula y me dirijo para la cafetería a encontrarme con mis amigos.
El colegio está solo. No hay nada de señales de vida. Él único sonido que escucho es el chirpido de los pájaros y mis pasos pisando el frío cemento.
Mantengo la mirada en él suelo cuando de repentinamente escucho otros pasos. Levantó la mirada y la chica del pelo rojo viene caminando hacía a mi. Me detengo por un instante y siento mi corazón latir a mil por hora.
Venía caminando con algo de prisa, podía ver su esbelta figura caminando con tanta gracia. Su hermoso cabello rojo, bailando con él viento de otoño. Sus delicados dedos sosteniendo un cigarrillo.
No puedo apartar la mira de ella. Ella ni en cuenta de mí existencia, pasó rápido a un lado mio. Dejando su aroma de perfume por el camino que acaba de pasar.
Me atrevo a mirar para atras y alli va, caminando de prisa con sus altas botas negras. Alli va, la chica que nunca sabrá qué es mí amor platónico.
