KATE.

Capítulo cuatro.

Querido diario,
hoy también estaba sola.
Estaba en su taquilla cuando se le ha acercado un chico de segundo curso para entregarle un folleto informativo y ella le ha sonreído mientras se alejaba.
No he visto que tuviese ningún otro tipo de contacto.
Claro está que solo nos hemos cruzado un par de veces.
Y no han sido suficientes.
Necesito saber quién es. De donde viene. Y porque está aquí.
Pero soy consciente de que nunca seré capaz de acercarme a ella; nunca podré intentar darle lo que alguien se merece.
Así que, querido diario, voy a seguir siendo un espectador de esta vida, como hasta ahora.
— Scott