Aquí estoy, la víspera de Navidad. Otro año más, en mi cocina, haciendo sopa precocinada.
Cojo el sobre de mi "deliciosa" sopa ( Según el anuncio) y lo dejo en la encimera.
Voy al salón y miro por la ventana el enorme reloj de la iglesia de enfrente. Todavía es temprano, creo que me meteré en la ducha.
Me pongo a pensar bajo la cálida lluvia que cae del dichoso armatoste que siempre se me cae en la cabeza.
*Flashback*
-HACIA BELÉN VA UNA BURRA RING RING, YO ME REMENDABA YO ME REMENDÉ (...)- Cantábamos a pleno pulmón villancicos en las cenas de Navidad. Era todo lo contrario a una cena de película. Estábamos todos apretados, comiendo como animales todo lo que se pusiera ante nosotros, había insultos, gente totalmente ebria por el alto porcentaje de alcohol contenido en sus venas... pero eso si, había algo... no sabría explicar el que, pero nos unía a todos.
*Fin del flashback*
¡PUUM! Algo cae sobre mi cabeza, se me nubla la vista... Y caigo.
Creo que han pasado unos segundos desde mi pequeño encuentro con la maldita alcachofa de la ducha.
Me levanto con un poco de dificultad por el golpe, pero no me encuentro especialmente dolorida.
Cierro el grifo y salgo de la ducha. Me sigo notando un poco aturdida y prefiero tumbarme un rato en el sofá, y acabo dormida.
Me despierta lo que Parece agua hirviendo, que viene de la cocina.
Decido ir para allá. Cuanto más me acerco a la cocina, menos lo escucho, hasta llegar. Ya no se oye nada.
Tras unos minutos de silencio oigo una vocecilla que me llama. Me sorprende su procedencia.
¿Me he vuelto loca?¡El paquete de sopa me está hablando!
Me froto los ojos con fuerza y miro de nuevo asombrada.
-¡Hola!- Me dice de nuevo con una enorme alegría.
-¿M...me...me estas hablando?-tartamudeo incrédula.
-¡Encantada! ¡Me llamo Arlette! Vengo a mostrarte una cosa.- Dice ignorando mi pregunta.
-Eeeeee....¿Qué? ¿Esto es un sueño? ¡SI! Debe de ser eso.- Me pellizco, pero no consigo despertarme.-¿Qu..qué quieres de mí?-
-Ya te lo dije. Vengo a mostrarte algo, más concretamente la solución a tu soledad.- Tras unos segundos dice - ¿Podrías abrirme?- Yo obedezco.
Una luz cegadora me empapa. Esta, se va apagando y consigo divisar a una mujer mayor sentada en una cama. Parece triste. Voy hacia ella y me siento a su lado, cuando me dispongo a llamarla la voz de Arlette dice - No te molestes, no te va a oír ni ver.- Ahora el que me habla es una duendecilla verde.
A parte, se asustaría al verse a ella hace unos años.-
¿Esa soy yo? ¿Qué me ha pasado?
-Ah, perdoname, esta es mi forma real.- me dice de nuevo.
-¿Pero como puedo ser yo? ¿Y por qué estoy sola y llorando?- le pregunto a esa rara criatura.
-El rencor te ha comido. No supiste perdonarla.-
Se exactamente de quien me habla. Pero no puedo, ni quiero perdonarla.
-Pero yo...- Intento decir pero no me deja terminar
-Ya. ¿No pudiste cierto?-dice con ironía.
-No. No puedo pasar por alto lo que me hizo pasar.
-Pues te quedarás sola.-afirma duramente. - Cuando dejes ir ese pasado que tanto te duele, empezara a sanar tu alma.- Me dispongo a responder, cuando...-¡DESPIERTA POR FAVOR! ¡NO PUEDO PERDERTE !-
Me dice una voz sollozante.
Mucha gente se acumula a mi alrededor. Veo borroso, aunque distingo su cara..¿Por qué está aquí?
-Amor, se que te he hecho mucho daño- Dice mirándome a mis ojos entumecidos- Pero nunca olvides lo mucho que te quiero.- Esto es lo último que escuché de ella, seguido, un último pitido al lado de la camilla.
Te quiero son unas bonitas palabras. Pero a mi no me dio tiempo a decírselas. ¿Y a ti?