I don't believe in the love.

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En toda escuela existe al menos una chica la cual trata como basura a los chicos que se fijan en ella tras haberles dado el privilegio de hablar con ellos o salir. Aquella chica de lindo cuerpo,  un rostro angelical, con ropa que le favorece en todo resaltando las curvas muy definidas de su cuerpo. La hermosa chica que todas las demás definían  como "Perra, Zorra, Plastica"o cualquier otro adjetivo negativo pero demasiado creativo que surja de la envidia.

Pues esa soy yo, Liv, más bien Olive pero odio la manera áspera en como suena mi nombre así que prefiero Liv. Jamás en mi vida me he enamorado o amado a alguien ajeno a mi ya que como siempre he dicho el amor es una pérdida de tiempo, una gran estafa que cambia a las personas haciéndolas más vulnerables, estúpidas e inseguras de sí mismas, ¿Que porque lo se? Es demasiado fácil responderte eso, lo he visto desde cerca, no con mis padres ellos son geniales juntos.

Desde que tenía 14 años he dedicado mi tiempo a ejercitar mi cuerpo de una u otra forma jamás he sido robusta gracias a la maravillosa genética de mis padres, debo agradecer también ya que a mamá heredé los ojos color océano a veces verdes y a veces azules, a papá una estatura de 1.64 cm,  el cabello no rizado ni lacio, era un fastidioso termino medio. Mi piel blanca como la leche, una nariz pequeña y respingada como sí  fuese producto de una operación pero jamás he tenido la necesidad de pasar por una cirugía estética, aunque algunas personas creen lo contrario, Todo lo que soy solo ha sido producto de suerte al tener buena genética y  mi trabajo en el gimnasio local.

Desde la edad de 12 años he sido "la persona más fría" según mamá, ya que a esa edad el  desagradable hijo de una de sus amigas que acudían todas las tardes a casa a tomar el té con Mamá o leer algún libro de romance súper aburrido, me había intentado besar yo en reacción le plasme mi puño en el ojo derecho dejándole en el pómulo un lindo color lila.—Solo le has gustado e intentaba demostrárte su afecto, Liv.— Explico su madre, mientras la mía le tendía a Simón un ziploc con hielos dentro.
—Pues  que se lo demuestre a otra persona, yo no estoy para esas tonterías.
Ante mamá era algo demasiado grave, ya que no fue la manera de reaccionar según ella y sus pacíficas ideas, papá solo me pregunto que mano fue la que utilicé para golpear a Simón.
— ¡ Oh cariño has desperdiciado todos los hielos en el raro chico Parrel! ¿No notaste lo hinchado que esta este gancho izquierdo?— Papá como siempre me había platicado era un motociclista de los años 80 que raramente se fijó en la chica hippie de ojos verdes, el amaba la violencia mientras mamá era demasiado pacífica, el es quien había insistido en inscribirme a  taekwondo a los 6 años  y justo dos meses después el me enseñaba en casa como lanzar puños y patear traseros a a quien lo mereciera.— el debió pedir permiso para hacerlo a demás ella es muy pequeña para el amor y los corazones, prácticamente lo merecía, Rose.—Papá le explicó.
— Eso no quiere decir que Olive pueda golpear a cualquiera que quiera mostrarle afecto... ¡Ah! Pero no lo puede entender Olive gracias a tu absurda idea de meterla en todas esas escuelas de lucha, Will.
— Rose jamás dejaré  que le hagan daño es por ello que ha estado en esas absurdas escuelas además Liv,  jamás ha golpeado a alguien injustamente.
Justo un año  después comencé a salir a trotar todas las tardes por el vecindario,  Salía de compras con la tía Jackie quien a diferencia de mamá amaba utilizar cosméticos, perfumes, bolsos caros y de alguna forma extraña quería a los demás.  A su edad de 27 años había viajado a la mitad del mundo.
La primera vez que fui de compras con la tía Jackie me compro  vaqueros negros ajustados y algunas  blusas de manga larga con un pequeño escote en v, me explicó que para la sensualidad no hacia falta enseñar de más, que todos mis rasgos físicos me favorecen y que durante unos años no tendría que utilizar más que máscara para las pestañas y un lápiz labial.
— Liv nunca utilices un pintalabios rojo vivo, te hará parecer fulanilla de la calle y es demasiado vulgar.— me explicaba con gran elegancia y afecto, yo solo asentía.
Al llegar a casa después de toda tarde de estar de compras, en el salón de belleza recibiendo mimos y haber pasado por unas compras para la casa, mi padre me miró con asombro al ver que tenía las cejas perfectamente delineadas,  un despunte en mi cabello caramelo y muchas bolsas de distintas tiendas.
— Jackie, tu hermana va a matarte por lo que has hecho con Liv. — dijo mi padre bromeando con ella
— ¿Por querer a mi única sobrina? No lo creó querido.—le dijo abrazándolo y dándole dos besos uno en cada mejilla.—He traído para tí un Whisky artesanal desde Arabia, junto con otras bebidas,  espero y aun bebas.
— ¡Woow!  Gracias, si,  aún a escondidas de Rose. 
—No es nada Will. Ahora llevaré a Liv  a deshacerse de toda esa ropa hippie que Rose le ha obligado a usar por estos años.
Mi tía saco varios suéteres de bonitos y vistosos colores, mis pantalones sueltos, algunas sandalias todo lo que según ella no me serviría con mi nueva ropa.
— te he traído de Canadá un par de botas y he comprado unos cuantos pares de Converse en el centro comercial, solo los colores más esenciales grises, negros, blancos y rojos.
—gracias Tía.
—Cariño sabes que haría todo por tí .

A los 14 un chico se me acercó y me pidió una cita en el centro comercial.
— Olive, bonita quisiera que esta tarde fueras conmigo al centro, sabes me gustas mucho y quisiera pasar un rato contigo.— Odio la manera en como las personas se acercan a alguien por atracción física, sin embargo el chico era el más codiciado en la escuela secundaria y tan solo asentí el sin más ni más se despidió de mi con un beso en la mejilla lo cual me asqueo  al momento.
Cuando me reuní con mi única amiga me pregunto sí tenía una cita con Adrian, sinceramente era un chico atractivo, alto deportivo, ojos color verde intenso, nariz perfilada,  era solo un par de años mayor que yo.
— No insistas Sue, jamás me derretiré por alguien como él.
— Vamos Liv, sabes que todas las chicas están voladas por el, es popular y mayor. Lo hace perfecto.
— Sí tan atractivo te parece puedes ir con él al centro, me ha citado a las 5:40 puedes ir e inventarle una excusa del porque tu has ido en mi lugar.
— Claro que no haría eso para empezar no tengo nada que usar en esa cita. Tampoco el cuerpo que le ha llamado la atención, ya sabes que no he conseguido que mamá me de permiso para ir a correr contigo, aun cree que eres demasiado obsesiva.
— Algún día se dará cuenta de que solo odio el amor, no a las personas,  por cierto ¿Cómo está Simón?
—Bien apenas hace un mes ha venido donde la abuela, el y mi tía se veían súper cambiados
— Que bien espero y tu primo hermano haya superado el puñetazo en la cara.
— En ese entonces eras Olive, la niña "No quiero amar porque me hace lucir débil"
— Susie ahora soy Liv, la chica "No amo porque no se me da la gana"
— Acabarás con el corazón hecho piedra y lo sabes.
— Espero y esa piedra sea un diamante.
— al menos valdrá la pena.
— Lo se.
En esa tarde recuerdo haberme puesto unos vaqueros negros, una blusa blanca de uno de los grupos favoritos de papá y mis adidas. Salí de casa tomé el metro hasta el centro y encontré a un chico de cabello rubio mirando su reloj me sentí rara al ir tan informal ya que el llevaba unos vaqueros de vestir y una camisa.
Después de haber tomado un helado y de sus varios y muy patéticos intentos para "enamorarme" se cansó y me acompañó a casa antes de entrar a casa se acercó a mi y me tomó por la cintura y cuando me intentó besar le empujé con fuerza.
— Que rayos Adrián, se supone que solo saldríamos como amigos
— Olive me gustas mucho, solo acepta que yo también te gusto.
—Ya quisieras, jamás me has gustado de ¿donde sacas eso?— dije con ironía.
— He visto la manera en como me ves cuando estoy en el entrenamiento, buscas mil pretextos para salir a los lugares a donde voy.
—Vaya que gran ego tienes, lo siento ya llegamos a mi casa debo entrar.
— Solo piensa que de muchas chicas en el colegio te he elegido a tí, por tu linda sonrisa, tu hermosa y muy bien formada figura. — Dijo viéndome de una manera tan asquerosa que me dieron ganas de vomitar, aunque también de meterle mi puño derecho en el pómulo.
— Si,  como digas hasta luego.— Contesté con ironía. 
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Así seguí y terminé la secundaria, rechazando a pedazos de idiotas con caras bonitas que pretendían besarme o algo más de mi, los cuales ahuyenté con golpes o simples insultos. Seguía corriendo por las tardes, saliendo en bici o simplemente llendo al gimnasio local, jamás he tenido necesidad de un novio ni algúna relación sentimental simplemente por amor propio

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⏰ Última actualización: Mar 15, 2018 ⏰

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