Cuando me conozcas, ¿seguirás conmigo? (Yaoi)

Epílogo.

Hola, aquí va el epílogo de esta, espero, maravillosa historia de amor. Espero que la disfrutéis tanto como yo la disfruto escribiendo \(>~<)/.
PD: siempre escribiré desde el punto de vista de Nico, A no ser que me apetezca cambiar un poco los lugares será mi querido Nico quién relatara esta historia xD.
Pd2: ADVERTENCIA esta historia es género yaoi (chicoxchico) si no te gusta no leas, pero por lo menos respeta. También habrá autolesiones, cortes, maltratos, ... así que gente sensible a este temario, abstenganse de leer esta historia, y si aún a pesar de estas advertencias sigues queriendo leer espero que lo disfrutes (^_^).

Era una mañana normal como cualquier otra. Me desperté gracias al estúpido sonido monótono que producía mi despertador. Mire la hora y pensé «genial, sólo son las 05:23 AM». Me levanté de mi cama dirigiéndome al baño que estaba conectado a mi habitación. Al salir de este mire el calendario que estaba colgado en la puerta de mi armario. Al verlo vi que hoy era mi primer día de instituto (seguramente no sabréis esto, pero estoy obligado a decir... -Nico calla y cuentalo de una vez; vale, vale; hace poco me volví a mudar, ¿A dónde? No os concierne. Voy a empezar 5° de instituto, aún a pesar de tener solo 15 años los estúpidos de mi profesores sugirieron la fabulosa idea de saltarme algunos cursos, por supuesto mis padres no se opusieron y por culpa de todos estos adultos sin neuronas empezaré a ir con gente más mayor que yo y probablemente más fastidiosa.)

Mire la hora la cual decía 05:47. Comencé a vestirme, simplemente me puse una sudadera que era unas cuantas tallas más grande que yo, pero de mucha utilidad para taparse los profundos cortes en mi ambos brazos, también me puse unos pantalones vaqueros largos para tapar los cortes, arañazos y algún que otra moradura creada por mi. Después de vestirme me dirigí a mi escritorio cogiendo simplemente una libreta y un estuche con algún que otro bolígrafo y lapicero, metí todo en mi mochila, quite el cerrojo que tenía puesto la puerta y me dirigí a la cocina que se encontraba en la planta de abajo. Baje cautelosamente y analizando que mis padres no estuvieran en casa. Al cerciorarme de que no había nada me serví un vaso de zumo, me hice unas tostadas en la tostadora y me senté en la mesa a desayunar. Mientras desayunaba observaba mi móvil al cual enchufe unos auriculares de color azul y negro. Puse mi música en aleatoria y al terminar lave lo que había utilizado.
Mire en mi móvil la hora «las 06:44, tengo que salir ya, aunque ojala pudiera quedarme por siempre en mi cuarto...»
Salí de casa, cerré con llave la puerta y me dirigí hacia el instituto mientras escuchaba "Yo te espero" de Tan Bionica.