Angela.

Capítulo 2.

Cansada, llego a mi departamento y voy hacia mi cuarto, me tiro en la cama y cierro los ojos descansando de este día tan agotador derrepente a alguien se le ocurrió la gran idea de escuchar música muy fuerte a las miro mi reloj, gruño, 10 pm y me levanto ¿quien sería? Yo que recuerde no tenía vecino, el departamento de alado estaba sólo, sera que tengo vecinos nuevos.

Abro la puerta de la entrada, salgo al pasillo y escucho que si mi nuevo vecino esta escuchando música, ruedo los ojos, camino a su puerta tocó la puerta escucho pasos y la puerta se abre, veo que sale un chico alto, cabello cataño, ojos entre grises y azules mis ojos se abren con sorpresa.

-¿Si?-Me mira de arriba abajo y levanta sus delgadas cejas, esperando mi respuesta.

-Mm este venía, bueno es que- mis nervios no me ayudaban mucho su mirada era muy pesada me ponía nerviosa, bueno yo me pongo nerviosa hasta cuando hablo con un perro y eso que los perros no hablan.-Sólo venía a decirles que si porfavor podrian bajarle un poquito a la música hoy tuve un día muy agotador y necesito descansar.

-Oh de verdad lo siento le dije a mi hermano que los vecinos se molestarían pero no me hizo caso, no te preocupes ahorita la quitó.-Me sonríe y yo me tranquilice y le di una pequeña sonrisa.

-Bueno muchas gracias y para lo que necesiten.- le sonrió.

-Gracias, oh pero que tonto me llamo santiago.-estira su mano miro su mano y la estrecho con la mía.

-Yo me llamo Angela.-le sonrio- y bienvenidos.-me sonríe iba a decir algo pero alguien lo interrumpe.

-¿Quien es?.-Sale otro chico detrás de el, un poco más alto y tenía sus ojos azules como el mar.

-La vecina.-El otro me mira y levanta una ceja.

-Oh me llamo Angela.-Estiró mi mano, y el la mira y después me mira a mi.

-Rodrigo.-Veo que no estrecha la mano y la bajo, me toma por sorpresa con un beso en la mejilla y una sonrisa de lado, me sonrojo y miro el piso.

-Pero que mona es.-Dice Rodrigo y se ríe.

-Deja la.-Dice un poco molesto Sebastián.

-Oh bueno yo me voy y ahí estoy para lo que necesiten.-Digo nerviosa.

-Gracias.- Dice Sebastián y me sonríe, volteo con Rodrigo y este me guiña el ojo.

-¡para lo que sea eh!.-Dice Rodrigo y yo sólo me voy toda roja como un gran tomate.

El se despide con un movimiento de mano y cierra su puerta yo entró a mi departamento, voy al baño a ponerme mi pijama y cepillarme mis dientes, al terminar me acuesto en mi cama y me quedo profundamente dormida.

Al día siguiente.

Desperté por la alarma y al checar la hora me di cuenta de que ya era tarde, salí corriendo de mi cama a la ducha, al terminar me cambie con el uniforme de mi trabajo, cepille mi cabello y lo recogí, cuando salí de mi departamento me encontré con Rodrigo quien también salía del suyo no le di importancia y seguí mi camino al elevador cuando las puertas se abrieron , entre y detrás entró Rodrigo, para mi mala suerte ya que se me dificulta entablar una conversación con un hombre que no sean de mi familia y el me pone nerviosa.

- Hola ahm?- que pasa con este chico ¡lo conocí ayer!, volteo los ojos y contestó.

-Angela, mi nombre es Angela- dije con disgusto.

-bueno ¿trabajas en un cine?-me mira de arriba y abajo, estúpido, estúpido, estúpido.

-si.- me sonrojo.

-linda- me sonríe y me vuelvo a sonrojar miro el piso- quería preguntarte ¿si quieres cenar cuando llegues de tu... Trabajo en nuestro departamento? -empezó a levantar las cejas de forma rara ¿por qué no?.

-claro - conteste.

- ¡perfecto! A las 9-sonríe.

-esta bien, me tengo que ir.

No me di cuenta de que llegamos al primer piso.

- ¡nos vemos hermosa!- me grito.

Sentí mi cara enrojecer este tipo sabe como ponerme nerviosa.

Tome mi camino al trabajo ya que voy media hora tarde, camine hasta encontrarme a Brenda quien por lo visto también iba tarde.

-ahm, Brenda- llame su atención y esta se volteo a mi y me dio un abrazo.

- Hola Angela, tu también vas tarde -me dijo dándome una sonrisa.

- si, ¿Teresa te hablo?- pregunté.

- si y ella esta en el cinema enojada por que no hemos llegado- me dijo.

- bueno vamos o nos van a despedir.

Caminamos unas cuantas calles más hasta que llegamos, el jefe nos dio una sanción por llegar tarde, el día igual que siempre aburrido, no es lindo dar los boletos es insoportable.

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Entre a mi departamento a darme una ducha y a cambiar mi ropa decidí algo simple una camiseta a cuadros, pantalón negro y mis converse negros, espere un par de minutos ya que aún no daban las nueve, y escuché como tocaban mi puerta fui a ver quien era y era Rodrigo,lo miro confundida.

- ¿lista Angela?- me dio una mirada rápida y soltó una pequeña risita.

- ahh, no era necesario venir vives alado- digo nerviosa.

-Bueno ya vine así que vamos- me guiña un ojo, salí, cerré mi departamento, fuimos al suyo y lo raro es que no estaba Sebastian.

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