El avión que se estrelló en la noche del lunes en Colombia con el plantel del Chapecoense de Brasil es el mismo que utilizó la Selección Nacional para unir Buenos Aires con Belo Horizonte y el posterior regreso a la capital argentina en el marco de la última doble fecha de las Eliminatorias sudamericanas, en el que el equipo dirigido por Edgardo Bauza jugó frente a Brasil como visitante y contra Colombia, de local.
Se trata de un Avro Regional Jet 85 matrícula CP-2933, perteneciente a la empresaLAMIA (Línea Aérea Mérida Internacional de Aviación) Bolivia, que el plantel argentino utilizó para realizar uno de sus últimos vuelos.
La aeronave, fletada por la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), trasladó el domingo 6 de noviembre al cuerpo técnico encabezado por Bauza, a siete futbolistas de la Selección y al resto de la delegación de dirigentes y empleados desde Buenos Aires a Belo Horizonte de cara al partido disputado el jueves 10 contra el Scratch.
Los jugadores que tomaron el vuelo de ida fueron Emmanuel Mas, Fernando Belluschi (ambos de San Lorenzo de Almagro), Marcos Acuña (Racing Club), Nahuel Guzmán, Guido Pizarro (los dos de Tigres de Monterrey, México), Angel Correa (Atlético de Madrid, España) y Ezequiel Lavezzi (Hebei, China). El resto del plantel, proveniente desde distintos puntos de Europa, se sumó directamente en Belo Horizonte.
Y el mismo avión fue el que utilizó la Selección para viajar desde Belo Horizonte a Buenos Aires, en la madrugada del viernes 11 de noviembre, después de la dura derrota por 3-0 contra Brasil. El capitán Lionel Messi fue uno de los que viajó en dicha aeronave.
Sin embargo, no fue ese avión el que usó la Selección para unir Buenos Aires con San Juan, el lunes 14 de noviembre y de cara al partido que ese mismo martes se jugó contra Colombia (victoria 3-0), ya que en esa oportunidad se fletó una máquina de la empresa local Andes, que usualmente fleta la AFA para trasladarse por el país. Fue en ese vuelo cuando algunos futbolistas, entre ellos el propio Messi, sufrieron indisposiciones por la turbulencia que atravesó el avión, producto del viento Zonda.
Respecto del avión de LAMIA, fuentes de la AFA que lo abordaron lo graficaron a Claríncomo "muy chico y muy precario" y que "no estaba a la altura de la Selección".
"Se movía mucho, tenía ruidos por todos lados y los problemas de espacio eran evidentes, tanto que había inconvenientes para acomodar el equipaje de mano en los compartimentos dentro de la cabina", especificaron.
De origen venezolana, LAMIA es actualmente una empresa de capitales bolivianos, cuyos aviones son alquilados por varias federaciones y clubes de fútbol de la región.
Al respecto, recordaron en el entorno de la Selección la cordialidad de la tripulación, toda de origen boliviano, pero también ciertos rasgos de improvisación en el trato con los pasajeros.
"En el regreso desde Belo Horizonte, cerca de las tres de la mañana, entre el fastidio por la derrota y el cansancio todos querían dormir. Y el comisario de a bordo, además de hacer un prolongado saludo protocolar, dio las instrucciones de seguridad tanto en castellano como en inglés, sabiendo que la delegación que transportaba no necesitaba saberlo en los dos idiomas. Hasta que uno de los miembros del cuerpo técnico se le acercó para pedirle que no siguiera con el mensaje, que no era necesario", indicaron las fuentes consultadas.
Si bien en esta oportunidad no hubo quejas oficiales de los jugadores por las condiciones en las que se trasladaron durante la última Copa América Centenario, en Estados Unidos, y fue el propio Messi quien levantó la voz en aquella oportunidad por las demoras en los vuelos.
El diario Folha do San Pablopublicó el monitoreo de Flight Radar 24h, que señala que el vuelo de la Selección entre la capital de Minas Gerais y Buenos Aires fue de 4 horas y 4 minutos. El avión Avro RJ85 de LAMIA tenía una autonomía de 4 horas y 22 minutos.
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Las leyes argentinas señalan que un avión debe tener combustible para volar 45 minutos más del tiempo estipulado para el trayecto a completar. Es decir que, aún teniendo el máximo de combustible posible, ese avión no era apto para un vuelo tan largo.
No era la primera vez que LaMia usaba criterios osados. Se registra que la aerolínea voló, con ese avión, dos veces por encima de su autonomía antes del trágico accidente, con viajes entre Cochabamba y Medellín (4 horas y 27 minutos) y Medellín y Santa Cruz. El último vuelo, el que se llevó la vida de 71 personas, duró 4 horas y 42 minutos.
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"Se movía mucho, tenía ruidos por todos lados y los problemas de espacio eran evidentes, tanto que había inconvenientes para acomodar el equipaje de mano en los compartimentos dentro de la cabina", habían señalado desde la AFA al describir el avión. Problemas menores a la luz de lo que pudo haber sido otra tragedia.
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Tragédia Chapecoense
Mystery / ThrillerEl avión que se estrelló con los jugadores del Chapecoense trasladó al equipo argentino entre Belo Horizonte y Buenos Aires, con combustible extra para un muy breve lapso.