Capitulo 3 He llegado.

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 Llegue a la ciudad, me quite mis audífonos y aproximadamente eran las 7 de la mañana, después de un largo viaje ahí estaba, temiendo al fracaso y con muchos sueños en la mano, había llegado a un lugar donde no conocía a nadie ni nada, lo curioso es que no sabia ni como llegar al lugar en donde me hospedaría.

 Continúe mi camino tome un camión que me dejaba en el centro que yo sabia cerca de ahí viviría en un cuarto compartido con 2 personas mas, bueno al llegar al lugar donde me hospedaría observe la casa, era una casa antigua echa de cantera era grande aun que algo tenebrosa por que no tenia ni un patio todo eran cuartos y una cocina así que no entraba mucha luz, ahí vivían 11 personas mas aparte de mi, eran una anciana, una señora con dos niños, los demás éramos estudiantes, bueno fue lo que alcance a observar en ese rato, por que enseguida tuve que salir a toda prisa ya que casi era ora de la escuela.

 Al llegar a la escuela decidí en ese momento al estar sentado en mi butaca que ya no quería ser el perdedor de siempre por que no debía temer al fracaso ya que no debía mostrarme débil a la vida, aun que si soy honesto moría de miedo por que me encontraba en un lugar lejos de casa y con personas que no conocía y aparte con poco dinero y con muchas limitaciones de comunicación con los demás por el maldito miedo que normalmente invade mi vida.

 AL estar sentado pensé que debía hacer algo para que me notaran y al menos conseguir algunos amigos la verdad es que no quería pasarla solo, así que al ver que el profesor de la primera clase no llegaba me levante de mi butaca camine al frente del salón y sugerí que eligiéramos a un jefe de grupo para ahorrar tiempo ya que conociéramos a nuestros profesores de lo cual me resulto la jugada por que me eligieron jefe de grupo, cosa que jamás en la vida me imagine así que de alguna manera me sentí bien, ese día en ese mismo momento una persona me dio algo de razón y se levanto al frente de igual manera la cual quedo como sub jefa de grupo se llama Karina una chava muy simpática la cual no se por que pero siempre sonreía, poseía una felicidad uniforme de día y de noche yo creo, por que cada rato volteaba a verla y juro que de repente creía que su sonrisa era fingida no por envidia a su felicidad si no por que jamás había conocido a alguien tan feliz... bueno en fin ella a final de cuentas fue la primera persona que me hablo en el salón de una manera amable preguntándome como estaba de donde era y demás cosas básicas que preguntas a una persona cuando la conoces así que desde ese día ella se convirtió en una de mis juntas. después de todo este enredo recuerdo claro que a cada lugar donde iba después de esa clase todos los del salón íbamos juntos y no se si sea por que nos caímos bien o por que todos sentíamos la necesidad social de estar con alguien, me di cuenta que la mayoría de mi salón vivían solo en la ciudad así que pues de alguna manera nos comprendíamos.

 Cuando ese día había terminado en la escuela volví a casa me recosté en mi cama que era una base de madera con un colchón demasiado viejo y con muchas bolas que por cierto a la fecha me acuerdo de ellas cuando me duele la espalda, comencé a pensar:

¿que será lo que depara el destino? no sabia que iba a pasar en aquella ciudad donde me encontraba solo pero al fin y al cabo había tenido un buen día,  de alguna manera en ese momento me sentí muy seguro de mi mismo y mis pensamientos se mantenían positivos.


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