Las aventuras de Jem y Will

Soledad,entrenamiento y alegría

Desde el primer día que Will había llegado al instituto,desde las verdes colinas de Gales; Charlotte se había encargado de ser su institutriz, pese su juventud, Will siempre vio a Charlotte como una madre, una adulta responsable, aunque no le quisiera coger demasiado cariňo. Ella y Henry habían sido un gran apoyo para Will. Dejar el campo y mudarse a la ciudad, había sido un duro golpe para él, aunque sabía que era totalmente necesario. Él era el único niňo cazador de sombras del instituto, además de Jessamine,la cual no mostraba mucho interés en convertirse en cazadora de sombras. Pero ese día, durante el desayuno Charlotte le había anunciado, que ese día llegaría un nuevo chico de la edad de Will. Ella le había explicado que procedia de Shanghai y que tenía una enfermedad producida por el demonio que mato a sus padres. La directora le había rogado que sería amable, pero Will dudaba que pudiera ser amigo de un chico debilitado con una discapacidad, no tendría fuerza y seguramente siempre tendría que protegerlo en batalla. Mientras lanzaba un cuchillo tras otro a la diana, oyó a alguien entrar en la sala, cuando se dio la vuelta vio a Charlotte con un chico con el cabello y los ojos negros como el carbón, naturalmente ese era Jem.