Capítulo 1. Bienvenido a la Tierra.

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Era un día como cualquier otro en Revonnah, todos los habitantes se encontraban disfrutando de la paz de aquel bello planeta. Cerca de los campos de cultivo, un joven plomero se encontraba bastante aburrido. Hacía poco que había terminado su entrenamiento en la Academia, extrañaba la aventura y a sus compañeros.

Aunque se graduó con todos los honores, la organización decidió asignarlo a su planeta natal. Todo el mundo envidiaba la suerte del revonnahgander, era el único plomero de su escuadra que se quedaría en su lugar de nacimiento. Él sentía que todo su entrenamiento era desperdiciado al quedarse en su hogar, un lugar tan tranquilo no necesitaba tal protección. Quería tener grandes misiones, quería conocer el universo, ser un héroe, al igual que su ídolo . . .

Blonko – se escucha una voz desde su comunicador, casi lo mata de un susto, estaba a punto de dormirse en su puesto de vigilancia.

— Aquí Blonko.

Repórtese a la estación más cercana.

— ¿Por qué motivo, señor? – se confundió por la petición, creyó haber hecho algo malo.

Lo sabrá cuando venga, no se demoré.

— Enseguida, señor – se cortó la comunicación.

El chico azul quedó pensativo por unos segundos, sin embargo, su sentido del deber era más grande que su curiosidad. Antes de subir a su querida nave, pasó a despedirse de su familia; la mayoría estaba consciente de las responsabilidades del joven como plomero que es pero, su padre no fue muy entusiasta con la salida de su primogénito.

Un tanto triste por la cerrada actitud de su padre, el joven revoniano fijó curso hacia una base de los plomeros que se encontraba a sólo medio sistema de distancia. Al llegar, se dirigió inmediatamente al puesto de mando, esperó un poco hasta que el magistrado en jefe pudiera atenderlo.

— Mil disculpas, plomero – un magistrado de una especie desconocida para el joven, entra a la sala donde estaba esperaba con paciencia.

— No se disculpe, magistrado – se levanta de su asiento y saluda respetuoso.

— Descanse – se sienta detrás de un centro de comunicación – Se preguntará el motivo del llamado.

— Así es, señor.

— Bien, es para mí un gusto informarle que ha sido elegido entre cientos de opciones para asociarse con el famoso Ben 10.

— ¿Cómo dice? – abre la boca sin poder creer lo que escuchaba.

— Lo que escuchó, el mismísimo Magistrado Tennyson lo ha elegido para acompañar su nieto, a manera de compañero.

— Es . . . ¡Es un honor! – pocas veces perdía la compostura, ésta noticia lo ameritaba. Casi da un salto de alegría.

— No sea modesto, hijo. Su desempeño dentro y fuera de la academia ha sido intachable. No me extraña la decisión de Tennyson – agregó con un poco de orgullo en su voz.

— ¿Cu . . cuándo debo presentarme?

— Hoy mismo – se apresuró a contestar.

— ¡¿Hoy mismo?! – sentía alegría y sorpresa por la inesperada noticia.

— Así es, el mismo Tennyson ha especificado que deberá presentarse lo más pronto posible. El sistema operativo de su nave está siendo cargado con las coordenadas de la Tierra, espero y sea un gran orgullo para toda la organización – se levanta de su asiento y lo despide con el mismo honor.

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⏰ Última actualización: Dec 08, 2016 ⏰

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