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Tengo más familia de la que creía tener.

Wilsona: es una pelota muy parecida a mí, pero a la vez es muy diferente. Es china. Incluso tiene escrito "Made in China". Supongo que es pariente de la tía China. Me cae bien, aunque a veces me reemplaza en las clases de educación física.

Wilsonia: Es una pelota única y diferente. Tiene vómito de Crico. Esta llena de blanco, rojo y azul. A veces tiene cara y otras veces no. Esta pelota  Le pertenece a el tío Alemania.

Esclavo: Esta pelota tiene la historia más triste. Cuenta la leyenda que esa pelota era tan alegre como yo, hasta que un día sus dueños mientras jugaban la lanzaron tan alto que se quedó atorada en el techo. Además, se dice que el día en que vuelva al piso, será el fin del mundo. Cada vez que voy a las canchas volteó a ver esa pelota y no puedo evitar sentirme mal por ella.

El abuelo limón: ya lo había mencionado antes. Es una pelota amarilla que está llena de tumores. He escuchado decir a mis tíos que está así porque la empezaron a patear en vez de botar. Por eso ya no me gusta que me pateen. No quiero terminar así.

Y por el momento, esos son mis familiares. Aunque seguramente hay más que iré descubriendo poco a poco.

El diario de WilsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora