#3 Guess who?

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Toda la escuela miraba atentamente. Nadie se movía o decía algo, todos estaban arremolinados en el pasillo principal, mirando la escena. Parecían estatuas de hielo; frías, incrédulas, incapaces de hacer o decir algo. Nadie se habría esperado nada de esto, ni siquiera por la bromas que habían empezado alrededor de ellos dos.

Castiel tomaba de la camiseta a Nathaniel, como hacía siempre que sus peleas iban a llegar demasiado lejos. Lo sujetaba con algo de fuerza pero no era violento. Cada vez que Castiel tomaba a Nathaniel de la camiseta lo levantaba un poco, pero esta vez ambos tenían los pies pegados al piso. Por otro lado, Nathaniel tenía las manos sobre el cuello de Castiel, aferrándose a él.

Castiel besaba a Nathaniel a mitad del pasillo principal del colegio Sweet Amoris, bajo la mirada atenta de todo el alumnado. Antes de eso todos habían escuchado un estruendoso grito y luego un incoherente "¡Porque estoy enamorado de tí!" Nadie se esperaba verlos así cuando giraron la cabeza para ver la típica pelea matutina del rubio y el pelirrojo. Incluso Lynn se había puesto en marcha para separarlos. Pero lo que encontraron fue un beso atropellado y desesperado donde Nathaniel no sabía si corresponderle. Sin saber muy bien si debía quedarse quieto. Todos miraban,hasta la directora miraba. Cualquiera habría jurado que incluso Kiki había salido del despacho de la directora para ver lo que ocurría.

Nadie decía nada y tampoco  se atrevían a mover un dedo. Nadie regresaba a las aulas ni seguía con su mañana como normalmente lo haría. Todos estacionados, petrificados.

Cuando el beso terminó, un estremecimiento recorrió el cuerpo de todos y decidieron hacer como si no hubieran visto nada. Decidieron seguir caminando, antes de que comenzaran a juzgarse unos a otros por entrometidos. Antes de que si quiera alguno de los dos involucrados se diera cuenta de que habían sido el centro del universo por unos instantes. Pero claro, no iban a alejarse sin dejar su opinión sobre el espectáculo;"Yo ya lo sabía", clamaba Lynn orgullosa de sí misma, "No es mi estilo pero... está bien" decía Rosa con una sonrisa en la cara. Pero no todo era felicidad, claro; estaban los indecisos que no sabían muy bien qué pensar, otros que seguían sorprendidos, "Quién lo habría dicho" repetía Alexy a un lado de Rosalya y Lynn. Algunos otros dejaron sus comentarios en silencio; como el profesor Farrés que les dedicó una mirada de desaprobación o la directora que hizo una mueca de asco. Incluso hubieron quienes se aprovecharon de la situación para esconder más a profundidad su amor; como Kim, que le dedicó una mirada nerviosa a Violeta mientras ella no se daba cuenta.

Todos tenían una opinión sobre lo que acababa de pasar. Todos menos los involucrados, no había opinión, sólo sentimientos. Castiel sentía cómo se le revolvía el estómago hundido en la victoria. Nathaniel estaba considerando la idea de salir corriendo o incluso de gritar de felicidad. Pero ambos se quedaron estáticos, inmóviles.

-¿Desde cuándo?- le preguntó Nathaniel con una sonrisa que se debatía entre el nerviosismo y la confusión.

-¿Eso importa?- le respondió el pelirrojo sin darle mucha importancia al asunto.

Nathaniel negó con la cabeza aunque todo aquello importase. Porque llevaba tiempo intentando descifrar porqué Castiel de pronto era tan amable con él. Porque quería saber cuánto tiempo llevaban tragándose sus sentimientos. Quería saber que no era el único que llevaba años intentando algo.

-¿Quieres tomar algo después de la escuela?- le sonrió el rubio con decisión.

The prettiest starDonde viven las historias. Descúbrelo ahora