SWEET LOVE

PRÓLOGO DANTE

Dante

_ ¡follame fuerte Dante más fuerte amor, más duro! _ me grita Lisbet mientras la tomo por detrás.

¡No sé qué demonios quiere que haga! me muevo lo más duro que puedo pero soy un hombre no una máquina y hago mi mejor esfuerzo, le doy tan duro que me duelen las piernas y la espalda pero ella parece que no se sacia, se sube sobre mi y comienza a rebotar como una ametralladora y a gritar como si la estuviera apuñalando y al fin se viene y yo me vengo un poco después pero en vez de relajarme me siento adolorido como si me hubiera atropellado un camión

_ amor siempre es tan fantástico contigo_ me dice Lisbet mientras se levanta desnuda y se mete al baño. No es del tipo mujer cariñosa, no quiere ser abrazada o contenida después de follar. Ella se levanta rápido y se da una ducha y me obliga a mí a ducharme luego. Dice que él olor a sexo es molesto, yo creo que es excitante sentir él aroma de sexo en la piel de mi pareja. Lisbet sale envuelta en un albornoz blanco

_ te deje la ducha abierta _ dice sin darme tregua. Me levanto sin ganas y entro a bañarme, regulo él agua un poco más fría y me doy una ducha rápida. Me coloco desodorante y me calzo en bóxer.

Cuando salgo Libet está completamente dormida. Me coloco una camiseta y me voy a la cocina a comer un bocadillo y me voy a la oficina.

Mi familia es dueña de varias galerías de arte en todo el mundo entre otras inversiones que nos permiten vivir de lo que amamos, él arte, sin tener que preocuparnos demasiado por otras cosas. Papá siempre fue un inversor inteligente y me enseñó todo lo que se, es mi modelo a seguir, mi héroe. Yo manejo la de nueva york una de las más complicadas pero me da muchas satisfacciones. Conozco el mundillo del arte por completo.

Artistas, escultores, fotógrafos y hemos lanzado a la fama a muchos de ellos por lo que siempre están pendientes de lo que sea que necesitemos. Mis padres son buenas personas. Amorosos y divertidos no aparentan los 65 que tiene mi padre y los 60 que lleva mi madre, se conservan joviales y sin cirugías. Se aman tanto o más que cuando se conocieron y son él ejemplo de la clase de amor que quiero para mí.

Una clase de amor que no encuentro en Lisbet.

Me sirvo un trago y me relajo en él sillón mirando el paisaje de la ciudad desde las ventanas de mi estudio. La ciudad nunca duerme y es parte de su encanto.

Me duele la espalda del traqueteo en la cama y siento que no es lo que quiero. Hacer el amor es diferente, se supone que debe relajante, un momento de placer, de disfrute no una maratón y no logro que Lisbet lo entienda además hace ya un año que salimos y se la pasa haciendo pequeñas insinuaciones sobre vivir junto o comprometernos. Pero ella no es la mujer de mi vida además sus padres se llevan mal con los míos. Los padres de Lisbet son todo lo elitistas y falsos. Todo lo contrario a mis padres. Las pocas cenas que tuvimos juntos se notaban la diferencia entre las dos familias. Ellos están desesperados por casar a Lisbet y sacarse de encima, mis padres opinan que debo esperar porque están seguros de que es otro tipo de mujer quien me hará feliz... solo espero encontrarla pronto...