Capitulo 3: Sintomas.

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El celular sobre la pequeña mesita de noche no dejaba de vibrar.
Ryo reacostado sobre la cama solo se limitaba a observar la luz proveniente de la pantalla.

Tenia un dolor de cabeza que no cesaba, ese día había faltado a clases, eran las 4:00 P.M y aún no encontraba las fuerzas para levantarse.

4:30 P.M finalmente salio de la cama, pero solo para dirigirse al baño, se tambaleo un poco en el camino así que trato de irse apoyándose contra la pared.

Luego de orinar, salió del baño para escuchar un ruido en la sala de abajo al parecer sus padres antes de irse a trabajar habían dejado la televisión encendida, por lo que decidió bajar a apagarla.
Le costo, se podría decir que hasta en un momento casi acaba rodando por los escalones pero gracias a la barandilla eso no pasó. Una vez en el living tomo el control para apagar la TV pero.. detuvo su movimiento al percatarse de que hablaban de un Dohury que misteriosamente había sido asesinado de una manera sádica en el ahora "Famoso callejón".

Por la mente de Ryo solo pasaban las escenas de aquel momento tan extraño, aún se negaba de aceptar lo que le ocurría. Para este punto comenzaba a sentirse mejor, miró por la ventana, el día parecía estar fresco pero a el no le importo, necesitaba salir un momento y aclarar sus ideas.
Así que regreso al baño lavándose dientes y cara, se vistió y salió de casa mientras se ponía su abrigo.
Por suerte ya podía caminar con mas normalidad, aunque la jaqueca no cedía.

Llegó a una heladería en la que solía pasarse siempre, entro con total normalidad para recibir una gran bienvenida por parte de la chica que trabajaba allí, ella y Ryo eran muy amigos por lo mencionado anteriormente.

-Entonces.. ¿Lo de siempre?.

Definitivamente ella logro sacarle una sonrisa a Ryo, el asintió con la cabeza, aquello de "Lo de siempre" era un batido helado de chocolate con crema americana, algo que estaba acostumbrado a tomar cada día.

La joven que parecía llamarse "Lena" debido a la pequeña etiqueta que tenía colgada en el pecho del uniforme, le devolvió una dulce sonrisa a Ryo, mientras comenzaba a prepararle su batido.
Ella trabajaba ahí debido a que su padre se encontraba en un estado grave y debía juntar dinero para pagar su operación, Ryo sabía aquello y se alegro al oír que aparentemente ya casi conseguía todo el dinero necesario.

Mientras el se acomodo en un pequeño banco que tenia a su lado, esperando el pedido.
Cada tanto Lena le echaba algún ojo al muchacho después de todo ella apenas era 1 año y medio mayor que Ryo, pero este ultimo no se daba cuenta de aquella mirada.

Una vez listo el batido, lo dejo sobre el mostrador mientras esperaba que su cliente sacara el dinero para pagarlo.

Ryo saco dos billetes un tanto arrugados de su bolsillo, pero que al fin y al cabo servían, con eso pago y agarrando su batido se retiro del lugar saludando a la joven, alzando la mano y moviendola a ambos lados.

-¡Adios Lena!.

Una vez fuera se quedo esperando a que los vehículos dejaran de pasar por la calle para poder cruzar a la otra vereda, mientras tanto dio un par de sorbos a su batido y se perdió un poco en sus pensamientos.
Fue interrumpido cuando dos hombres pasaron a su lado de manera brusca, empujándolo y haciendo que parte de la dichosa bebida se esparciera en el suelo.

-¡O-oy..e..!

Ryo se percato que aquellos dos iban con las caras tapadas, uno con una campera blanca y un pañuelo que cubría su boca y nariz. El otro vestía una chaqueta roja y una mascara de gas que tapaba completamente su rostro.
Irrumpieron en la heladería sacando pistolas y amenazando a la pobre Lena, quien nerviosa y rápidamente saco el dinero de la caja registradora, sus ojos estaban lagrimosos, a punto de entrar en llanto.
El hombre de blanco metió todo en una bolsa para luego patear innecesariamente unas mesas y desparramar cupones por todo el suelo.

Ryo contemplo lo sucedido desde afuera, mirando por la vidriera. Aquellos hombres salieron igual de rápido que como entraron y se alejaban del lugar lo mas velozmente posible.

-L-lena..

Finalmente ella entro en llanto en el suelo, abrazando sus rodillas, Ryo comenzaba a sentir una gran ira lo que causo inconscientemente que corriera hacía los ladrones.
¿Pero por que?
Para cuando reacciono ya los estaba persiguiendo, sentía miedo ¿Que se supone que haría contra dos personas armadas?.

Finalmente ya había acortado la distancia en una calle aparentemente vacía.

-¡HEY!.

Grito involuntariamente, como si algo lo controlase.
Ambos ladrones se detuvieron volteando hacía el para luego echarse a reír, seguramente Ryo se veía patético en esa situación pero ya era demasiado tarde para echarse atrás.
El padre de Lena estaba grave y podría morir a causa de la codicia de aquellos sujetos, eso alimento la ira del joven quien cerro fuertemente sus puños.

-¡Devuelvan el dinero!.

Volvió a gritar, era obvio que no lo iban a ser simplemente porque se los pidiese, Ryo debería hacer algo mas.
Los ladrones solo se limitaron a burlarse de el, hasta que uno saco su arma apuntándole directamente y diciéndole que se retire o vería las consecuencias.
La pistola acobardo a Ryo, quien se hecho un par de pasos hacía atrás pero no mas, no podía retirarse, debía hacer algo así que en un movimiento brusco comenzó a correr hacía ellos con una velocidad casi sobrehumana.

-Pff.. A este no le importa su vida.

Luego de aquel comentario por parte del sujeto de blanco, decidió jalar el gatillo, la bala se dirigió directamente al pecho del joven, enseguida cerro los ojos esperando a que suceda lo que deba.
La bala reboto en su cuerpo.
Si bien genero un agujero en su abrigo, su piel estaba intacta. Los ladrones se alarmaron pensando inmediatamente que se trataba de un Dohury, el hombre de rojo tomo el brazo de su compañero, muestra de que debían correr.
Pero Ryo fue muy rápido y ya con el iris de sus ojos de color rojizo, se abalanzo hacía ambos golpeándolos contra el suelo.
Uno quedo inconsciente al instante, al chocar su cabeza contra el concreto de la calle.
El otro, quien tenia la chaqueta roja y la mascara intento alejarse en el suelo sin quitarle la mirada a Ryo, este se acerco rápido al único consciente y lo tomo de la chaqueta, mirando directo a sus ojos.

-Devuelve el dinero.

No tardo en suplicar por su vida y decir que puede llevárselo.

Pero.. ¿Sería extraño que Ryo lograra volver a la heladería con todo el dinero?.
Con ese pensamiento se adelanto a arrancar la mascara del hombre y luego pedir que se quitara la chaqueta, obviamente no se opuso y hizo lo que le indico para luego finalmente correr, dejando a su "Amigo" tendido en el suelo aun inconsciente.
Ryo una vez vestido con la chaqueta y con la mascara puesta sobre su rostro, tomo la bolsa del dinero para dirigirse hacía la heladería.

La policía aún no llegaba así que entro al lugar, Lena aún se encontraba bastante triste mientras ordenaba el lugar, al escuchar la puerta abrirse, asustada volteo agarrando lo primero que tuviese a mano para defenderse, una botella.. de plástico.

Por suerte no había reconocido que era Ryo, así que este le tiro la bolsa llena de dinero frente a ella sin decir nada al respecto, tenía miedo de que su voz le delatara.

Fue entonces cuando Lena entendió que no se trataba del mismo sujeto que la robo, en estatura parecía mas bajo, se pregunto quien sería aquel "Heroe" valiente.
Pero antes de decir algo, Ryo ya se había retirado del local, a paso apresurado volviendo a la calle en donde detuvo a los ladrones, para tirar la mascara y la chaqueta.

¿Por que ahí?

pues le parecía un lugar alejado de donde el vivía, no quería tener ningún tipo de conexión con lo sucedido.
Tan mala fue su suerte al encontrar al sujeto de blanco charlar con Vigilantes de O.R.D.E.N
Inmediatamente todos ellos posaron la mirada sobre el. Ryo se detuvo en seco ¿Y si descubrían lo que le ocurría?.

Su única reacción fue comenzar a correr alejándose de la patrulla, pero estos ya le habían comenzado a perseguir y la distancia entre ambos era cada vez menor, eran exactamente 5 Vigilantes tras de el, tomo la decisión de ingresar a un edificio, esquivando a la gente dentro de este y subiendo las escaleras.
Acabo en la azotea sin escapatoria alguna, los hombres de O.R.D.E.N habían llegado tras de el comenzando a arrinconarlo contra el borde, la altura era bastante, el edificio tenía 5 pisos.

Es el fin.

Un miembro se adelanto, tomando unas esposas para capturar a Ryo, mientras los demas apuntaban con sus armas para que no tramara nada.

-¡Mi primer dohury atrapado! ¡Si!.

Esbozaba una sonrisa, se notaba que era joven y un principiante, seguramente acababa de graduarse en la academia de O.R.D.E.N

-¡Hey, no te distraigas!.

Grito el que parecía ser el líder, Takeshi.
El joven volteo por aquel aviso pero sus ojos inmediatamente se abrieron como dos grandes faros, al igual que los de su equipo.

¿¡Qué hago!?.

Las únicas palabras presentes en la cabeza de Ryo, sus ojos ardían dejando un gran destello rojizo que se notaban a través de los lentes circulares de la mascara de gas.
Su mano había atravesado el abdomen del chico, llegando hasta su estomago, la sangre que salía de este era inmensa y aumentaba mas con lo que salia por su boca cada vez que tocia.

-¡NO!.

Grito Takeshi desde atrás, todos se quedaron paralizados sintiéndose impotentes, reconocieron esos ojos rojizos, se trataba de El Crimson.

Ryo empujo el cuerpo del chico hacía atrás, sacando su mano y dejándolo agonizando en el frió suelo.
Tenía la mano empapada en sangre, totalmente roja. La miraba con miedo.
Asesino a un joven no mayor de 18 años.
¿Se estaba transformando en un monstruo?
Era casi como si algo lo consumiera, inmediatamente todos abrieron fuego con sus armas, esta vez esas balas lograron dañar a Ryo, por lo que de manera involuntaria escapo dando un gran salto hacía otra azotea con una altitud mas baja, luego hizo lo mismo hacía otra, así hasta perderse de vista muy rápidamente de los agentes de O.R.D.E.N quienes intentaron socorrer al joven que ya estaba pálido, pero cualquier esfuerzo hubiera sido en vano, sus tripas sobresalían por el gran agujero de su abdomen.

No tardo en morir.


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Llegó a su casa, afortunadamente nadie lo vio entrar, se aseguro de ello.

se quito la chaqueta roja y la mascara, las tiro lo mas lejos que pudo en aquel living y corrió a vomitar en el baño.

Golpeo la pared, se tomo fuerte de la cabeza, grito, camino de un lugar a otro hasta que al final acabo de rodillas en el suelo llorando descontroladamente, quería que todo acabara de una vez, parecía que a medida que pasaba el tiempo todo solo empeoraba mas y mas.

Escondió su ropa ensangrentada en un cajón de su habitación, se encerró y tan solo apoyo su rostro en la acolchonada almohada, implorando que todo lo que le atormentaba desapareciera de una vez, que nada haya sucedido.

Quiero morir.

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⏰ Última actualización: Jun 03, 2017 ⏰

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