Estaba un hombre sentado en el despacho de su hogar, rodeado de libros, pinturas y de "riqueza cultural". En aquellas narraciones conoció los lugares con más carencias económicas del mundo, y se dio cuenta de que gran parte de la población sufría por comida, entre otras cosas básicas para subsistir.
Cada noche, después de beber una copa de vino, se sentaba en aquel elegante sillón a reflexionar sobre la repartición de riqueza en el mundo, todo le parecía una tremenda injusticia, se preguntaba cómo es que el gobierno permite toda clase de atropellos en contra de las personas de clase baja.
Uno de los aspectos que más le indignan, es que los salarios de los políticos son muy altos, eso sin tomar en cuenta los lujos y los tremendos viajes que realizan con el dinero del pueblo.
- ¡Cuando yo fui a Suiza conocí verdaderamente lo que es un gobierno y una clase política excepcional! recuerdo que los políticos viven con austeridad y sin despilfarro - promulgaba con indignación.
Una mañana mientras le servían el desayuno, Gloria, la sirvienta del Señor Antonio se sintió mal físicamente y tuvo que recostarse un rato, apenas una semana atrás se había aliviado de su quinto hijo.
- Quizá estás cansada- dijo el Señor Antonio con indiferencia.
Gloria, con la mirada baja y a paso lento continúo haciendo los deberes de la casa.
Don Antonio se quedo reflexionando sobre aquella situación, y de nuevo las dudas lo atraparon. Se preguntó dentro de sí, cómo es que hay personas sin ganas de hacer algo más de su vida, repetía una y otra vez - si yo pude, no veo por qué cualquier otro no pueda hacerlo.
-He de mencionar que no soporto a las personas ignorantes, por culpa de ellas el país está así- señalaba con enojo el Señor.
Fuera de esta historia y acá entre nos, confieso que Antonio es una persona analítica, critica y pensante. Sin embargo no estoy seguro de que su indignación sea auténtica, la realidad es que la vida no es tan sencilla, no es lo mismo haber nacido en una familia adinerada y tener la canasta llena de oportunidades a no tener nada en absoluto.
Antonio no se había dado cuenta de que él, sin ser político, actúa como si lo fuera. Sus empleados no tienen un buen sueldo, ni prestaciones, ni vacaciones, mucho menos seguro.
Ha gozado de una vida llena de lujos y creo que está demás explicar el por qué sus reclamos son incongruentes.
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Breve historia cotidiana
Non-FictionEste relato breve describe a Antonio, un personaje que sin duda podría ser cualquier persona que conocemos. Don Antonio, como lo llaman, reflexiona sobre las injusticias y el mal gobierno.