Ya habían pasado 2 días desde que no hablábamos estaba desesperada por no hablar con el, no sabía que hacer si se había arruinado nuestra amistad o no.
Sara decía que el lo trataba de asimilar pero yo no sabía si era eso o ya no me quería hablar estaba en trance en shock o no se pero en realidad no sabia que me pasaba, -no se que me pasó esa ves que le dije- me dije a mi misma, -creo que arruine mi amistad con el, pero quién sabe- dije sollozando
-Me gusta, me encanta, no sé que hacer- le dije a Sara
-¡Rebeca! Tú estás bien idiota por seguir persiguiéndolo a el pareces su gata o algo por el estilo, vas tras el todos los días, siempre te desprecia el tiene quedante y tú necesitas buscarte un novio que te valla a valorar, no un pendejo que quiera jugar con tus sentimientos (alejandro me había intentado hacer una broma) y cosas por el estilo, que te quiera, que te ame y seas su mejor amiga, que no ande de puto- Me dijo Sara bien enojada por lo que le dije
-Perdón, pero es que me gusta mucho desde hace 3 meses-respondí con lágrimas en los ojos
-Yo te amo y cuentas conmigo para todo, ¿pero te has puesto ha pensar como habla el de ti con sus otros amigos o si el té trae como gata o algo por el estilo?- me dijo algo decepcionada-
-No, ya me tengo que ir mañana hablamos- le dije algo lastimada
-Bueno-respondió Sara