Capitulo 4

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Narra ______________.

- ¡La puta madre!

La puerta de mi habitación se abrió de golpe, permitiendo ver al chico con una sola toalla en su cintura.

- ¿Que demonios te pasa?

- No encuentro mis putas cuchillas.

Él sonrió burlón.

- Las tiré. Así como todo mi arsenal de cuchillas y drogas.

Abrí mis ojos a tope.

- Te voy a...

- Están abajo -Me interrumpió a punto de reír- Las encontré esta mañana y las lavé. Las mías también.

Asentí suspirando aliviada.

- Ya iba a ahorcarte.

Él rió.

- Bueno, terminare de vestirme. Por favor, traeme alcohol de abajo. Necesito curar mi pierna.

Lo mire. Uno de sus cortes estaba terriblemente infectado.

- Bien... Pero eso no se cura solo con alcohol.

- ¿De verdad? No sabia -Respondió Sarcastico.

Quise mirar su pierna pero se movió. Cuando levante la vista del piso, me encontré algo demasiado atrevido.

- ¡Cubrete ya por el amor de dios!

- ¿Deberia hacerlo? Ay hermanita, no sera la primera ni ultima vez que ves algo así.

Seguí cubriendo mis ojos.

- Mas vale que te cubras o te cortaré eso que acabo de ver.

El rió. No lo veía, pero podía escucharlo. Hubo un silencio de minutos.

- Ya.

Quite las manos de mis ojos pero me arrepentí.

- ¡Asqueroso!

Siguió riéndose. Estaba recargado en la puerta, con sus brazos y piernas cruzadas y su... Bueno, eso.

- ¡Sal de aquí por el amor de dios!

- Obligame.

Sin mirar, me di la vuelta y saqué el cuchillo de debajo de la cama. Se lo tiré, pero abrió sus piernas y se sostuvo su... Esa cosa.

- Suertudo.

- Veras como esto que estoy sosteniendo te hará volver loca.

Comenzó a mover su mano. Hice una mueca de asco y me voltee.

- Vete.

No respondió. De repente lo sentí detrás mio, besando mi cuello. Tenia un gran cosquilleo, agradable además. Me separe de inmediato.

- Largo.

Estire mi brazo. Bajó su vista algo avergonzado y me miró de nuevo

- Cuando termines, baja por favor.

Salio del cuarto. Me quede mareada, pero bueno

Narra Juan.

Moví mi mano rapidamente hasta terminar. Tuve que hacerlo. No se Porqué, pero ella me excita en cierta forma. La odio, si, pero tiene cuerpo lindo. Algo delgado, pero lindo. Me enloquecía por demás.

- Hey, enana, ya deja de querer matarte.

Me miró y sonrió burlona.

- ¿Y tu qué? Además, me duele la cabeza. Es un ibuprofeno.

Tomó la pastilla y suspiró..

- ¿Que me ves? Idiota.

Me acerque a ella y la abrace por la cintura.

- Eres muy bella hermanita.

Susurré. Sentí como su piel se estremecía

- Eres mas bipolar que yo. Ahora sueltame.

- Se que estas nerviosa. Pero esto no se queda así.

Bese su cuello despacio. Ella se dejaba llevar por mis caricias y mis húmedos besos, acompañado de un hermoso gemido. Una de mis manos fue a sus pechos mientras seguía besándola.

- Mmm... Juan... Ah...

Se retorcía bajo mi tacto. Cuando estaba en el punto justo, la dejé.

- ¿Que demonios haces? ¿Eh?

- Dejarte con las ganas como tu hace ratito.

Le tire un beso y me fui a mi cuarto.

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⏰ Última actualización: Apr 16, 2017 ⏰

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