Capítulo 4: La maldición se rompe.

314 67 11
                                    

Después de un mes de comenzar a hablar, JongIn había logrado que Kyungsoo le diera su número, que aceptara que le tomara la mano de vez en cuando, también había logrado que fuera el mayor quién lo buscara con la mirada y eso le hacía feliz. Pasaban las tardes juntos en algún parque o en la casa del otro haciendo deberes. Kyungsoo pronto se acostumbró a la presencia de JongIn a su alrededor.

Chanyeol y Sehun también lo buscaban ya que les agradaba pasar tiempo con Kyungsoo. El mayor incluso había ido a la casa de Sehun a conocer a su gato.

-Debo decir que has progresado mucho- Dijo Sehun.

-Lo sé, aún no estoy seguro de confesarme pronto pero con cada día que pasa las ganas de abrazarlo y decirle que lo quiero aumentan- Dijo JongIn mirando como Chanyeol y Kyungsoo conversaban mientras se acercaban a ellos.

Dos días después fue su primer abrazo. Kyungsoo tenía frío y JongIn abrió su chaqueta, hizo que Kyungsoo lo abrazara y cerró con sus manos la chaqueta, quedando ambos muy pegados. Kyungsoo se sonrojó inmediatamente y se tensó, pero las caricias de JongIn en su cabello hicieron que se relajara pasados unos minutos.

Entre abrazos, JongIn se atrevió a besar la frente de Kyungsoo una vez que estaban en la casa del mayor, unas dos semanas después del primer abrazo. Kyungsoo aprendió a acurrucarse junto a JongIn mientras miraban una película tapados con mantas.

Desde ese momento que JongIn saludaba a Kyungsoo con un beso en la frente y una enorme sonrisa que Kyungsoo seguía sin corresponder, pero que JongIn sabía que en su interior estaba feliz.

-¿No les pasa que Sandara es hermosa?- Dijo Chanyeol.

-No me gustan las mujeres- Dijo JongIn lo que hizo que Kyungsoo lo mirara esperanzado.

Quizás... ¿Tenía una pequeña oportunidad?

-Es verdad, a JongIn le gustan los hombres hermosos- Dijo Sehun mirando a Kyungsoo, lo que le valió un golpe por debajo de la mesa.

-¿Y tú Kyungsoo?- Le preguntó Chanyeol.

-Mmm... Prefiero a los hombres- Murmuró.

Los otros tres sonrieron complacidos.

Tres días después, JongIn conoció por fin la famosa sonrisa de Kyungsoo.

Estaban en el instituto conversando de pié, no había nadie cerca y mantenían cierta distancia mientras hablaban sobre adoptar un gato como mascota para Kyungsoo. Esa idea hizo sonreír a Kyungsoo quién pronto se dio cuenta de que JongIn lo miraba de forma extraña, como si hubiera visto un milagro o algo increíble.

Se asustó al notar que había sonreído y rápidamente se tapó la boca con las manos antes de salir corriendo aguantando las lágrimas y maldiciéndose a sí mismo por haber sido tan imprudente, por haberlo arruinado todo.

Llegó a la azotea donde comenzó a llorar sabiendo que JongIn a esas alturas debió haber sufrido una desgracia y que por ello jamás volvería a acercarse a él. Se odió tanto en esos momentos, odió sus labios, odió su rostro, se odió a sí mismo.

Entonces sintió como unos brazos conocidos lo apresaban, haciéndolo chocar con el pecho firme de JongIn. Kyungsoo intentó separarse pero JongIn se lo impedía con fuerzas.

-Suéltame, me odias, yo no quería hacerlo, por favor, perdó...-

Las palabras de Kyungsoo murieron entre los labios de JongIn. El mayor estaba muy impresionado, era su primer beso y lo había tomado por sorpresa pero JongIn lo besaba con calma mientras lo acercaba incluso más hacia él.

El menor se separó por un momento sólo para volver a besarlo una y otra vez. Estaba en el cielo, los labios de Kyungsoo eran perfectos, su sabor era maravilloso. Cada beso se hacía más profundo y el mayor se aferró al uniforme de JongIn para no caer al suelo.

JongIn soltó a Kyungsoo cuando sonó el timbre para entrar a clases pero lo besó un par de veces más antes de tomar su mano y conducirlo a su salón, donde lo dejó sin decir palabra alguna.

Kyungsoo no supo que pensar, pero seguía sintiendo los labios de JongIn sobre los suyos y eso hizo que no pudiera concentrarse en su clase. Por otra parte JongIn ni siquiera entró a clases, sino que estaba en las duchas intentando calmarse. Esas ganas de hacer suyo a Kyungsoo ¿Eran normales? Esa sonrisa lo había vuelto loco, diablos, comenzaba a ponerse duro de sólo pensar en ella, en sus labios, en su sabor.

No lo pudo aguantar, se metió a una sacándose el uniforme y se tocó mientras el agua fría se burlaba de él. Pudo callarse todos sus gemidos y se corrió pasado unos minutos. JongIn entendió que Kyungsoo lo había vuelto loco.

Al sonar el timbre se salida JongIn se acercó a Kyungsoo y tomándolo de la mano lo acompañó en silencio hacia su casa. Kyungsoo temió haber hecho algo mal pero esos temores se fueron cuando JongIn lo besó fuera de su casa.

Al día siguiente JongIn no aparecía por ningún lado, haciendo que Kyungsoo se sintiera muy mal ¿Y si se había arrepentido? ¿Y si no fue nada para él? ¿Y si fue todo un juego?

Esas preguntas aparecían en su mente.

Caminaba tan concentrado en sus pensamientos que no pudo ver a su alrededor. Por eso chocó con Suho quién lo miró con una ceja alzada, adivinando lo que le sucedía a su primo.

-Está detrás tuyo- Le dijo antes de irse.

Kyungsoo dio media vuelta y se encontró a un JongIn sonrojado a unos metros de él. Era como si los papeles se hubieran invertido y ahora fuera JongIn el que lo seguía silenciosamente.

Sólo que ahora JongIn caminaba directamente hacia él -Do Kyungsoo- Dijo cuando estuvo frente al mayor -Desde que te vi sentí una gran atracción hacia ti y con el tiempo estos sentimientos se han fortalecido. Me gustas, me gustas mucho. ¿Quieres ser mi novio? Por favor corresponde mis sentimientos-

Con un pequeño "Sí quiero" Kyungsoo respondió la pregunta que nunca pensó que le harían. JongIn se dio el lujo de envolver a Kyungsoo en sus brazos y besarlo lentamente. JongIn no pudo evitar sonreír entre medio del beso.

Kyungsoo era su novio.

Y lo haría muy feliz.

ShadowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora