Я люблю тебя

400 39 4
                                    

Era una tarde de invierno en New York, la lluvia no mostraba signos de parar y Steve solo se limitaba a mirar las gotas resbalar en su ventanal. Se encontraba solo, Natasha había ido a la casa de Clint a ayudar a su hija con su tarea, así que se dedicó a escuchar música de época y pensar en un montón de cosas mientras su mirada se perdía en cada gota de agua que caía del cielo. Un ruido en su habitación lo hizo salir de su pequeño trance y ponerse en alerta, se puso de pie sigilosamente, tomó su escudo que se encontraba colgado en la pared y miró en dirección a su habitación dispuesto a defenderse; la puerta se abrió y Rogers lanzó su escudo, y para su sorpresa, este rebotó en el brazo de su invasor, haciendo que se incrustara en una de las paredes.

Al reconocer al hombre que había entrado a su casa frunció levemente el entrecejo y preguntó:

— ¿Bucky?

— Hola—saludó apenado—, perdón por haber entrado así a tu casa, pensé que no estabas y...

Steve lo interrumpió dándole un abrazo a su mejor amigo, este, algo confundido, lo recibió

—Pude haberte dañado—le dijo el rubio en un tono medio molesto—, el escudo iba directo a tu cabeza

El ex sargento ladeó su cabeza no muy convencido y murmuró: — No lo creo, he recibido todo tipo de golpes, y ese con suerte me hubiera causado un pequeño rasguño; por cierto, perdón por dejar tu escudo incrustado en la pared, creo que a Natasha no le gustará

El capitán rió levemente y se alejó de él para estudiarlo de pies a cabeza, Bucky llevaba ropa cómoda, un gorro y un bolso con pocas cosas

— Nat se ha encontrado con cosas peores en esta casa—pausó levemente—. ¿Dónde estabas?

—En Rumania—le respondió aferrando su mano de metal a la mochila

— ¿Cómo es que desapareces y apareces tan fácilmente?

—Uhm, quizás sea porque fui entrenado por Hydra para hacer su trabajo sucio, no sé, sólo digo—bromeó

El rubio sonrió ante la broma de su mejor amigo y se sentó en el sillón

—Me alegra verte—admitió—, desapareciste hace dos meses, un día antes de mi boda con Romanoff sin dejar rastro alguno, me tenías preocupado

James se quedó en silencio por unos segundos y dejó escapar un suspiro

—Lo siento—murmuró haciendo una mueca mientras se sentaba frente a él—. Felicidades, por cierto

Buck abrió su mochila y sacó un pequeño presente envuelto en papel azul y adornado con una cinta gris metálica, Steve lo miró extrañado y este se la extendió

—ten, es mi regalo de bodas—dijo con el brazo extendido

Rogers lo miró algo dudoso, pero de todas formas no dejo a Barnes con el brazo extendido y recibió el presente murmurando "gracias". Ambos hombres estuvieron en silencio por varios minutos, escuchando el vinilo que Steve había puesto; una vez que este llegó a su fin, el rubio admitió con tristeza en su voz:

—Me hubiera gustado verte ahí, Buck. Te asigne como mi padrino, sabías lo importante que era para mí. Pero cuando supe que te habías ido tuve que poner a Barton en tu lugar, de todas formas el fue un buen padrino de bodas, pero quería que tu estuvieras ahí, presenciando como Natasha y yo nos convertíamos en marido y mujer.

—no tienes idea de cuan mal me siento por ello, de verdad lo siento, Steve—admitió—. Tuve que irme sin previo aviso, mi mente estaba comenzando a recordar cosas horribles que he hecho, mis pesadillas estaban volviendo y no quería causarle daño a nadie. A parte, creo que iba a resultar incomodo estar presente en la boda de mi ex

Я люблю тебя//Romanogers [One shot] [AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora