Me descubriste - Golddy - Yaoi

One-shot Golddy

¿Cómo descubrió a Fredd?-Me pregunté a mi mismo- pensé que lo había escondido bien... No quiero irme de aquí, no otro cambio, por favor. -Dije al borde de las lagrimas mirándome al espejo, para luego entrar al cubículo y encerrarme allí.

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Todo comenzo ese primer día de ensayo, el rubio ya tenía sus sospechas sobre Freddy, pero aún así dudaba de que el tuviera doble personalidad, asi que decidio preguntarle a su amigo respecto a eso.
—Oye Freddy, ¿Te puedo preguntar algo?
—Claro, dime.
—Tú, ¿Tú tienes doble personalidad?

Espera, ¿Qué?, ¿Cómo lo descubrio?, pe-pensé que lo había ocultado bastante bien.

—Vamos Freddy, contéstale, ya te está mirando bastante extrañado. Díle que existo a ver si se queda contigo o se va como los demás, vamos ¡DÍSELO!

—¡No!— Grité sin darme cuenta de lo que había hecho. Golden me miro extrañado de mi reacción
—E-está bien Freddy, no tenías porque alterarte, solo era una pregunta.—Sonrió el rubio con algo de tristeza después de que su... ¿amigo? lo tratará de ese modo.
—Go-golden no es lo que piensas yo, y-yo.—Dijo el castaño tembloroso mientras esa voz en su cabeza no paraba de decirle que confesara su secreto.
—Yo... yo si tengo doble personalidad.—Dijo decidido el moreno. Ante tal declaración Golden se quedó estático en su lugar procesando lo que acababa de escuchar. Freddy, al no saber que hacer, se fue corriendo al baño, mientras gruesas gotas saladas caían por sus mejillas.
Golden se dió cuenta tarde que su "amigo" se había ido. Fue a buscarlo, suponiendo que se encontraba en el baño, preocupado de que Freddy se pudiera lastimar.

—Freddy, ¿Estás bien?

Se escuchan sollozos a través de la puerta

—Fr-freddy yo no quería hacerte sentir mal, yo solamente quería saber que ocurría cuando repentinamente cambiaban tus hermosos ojos azules a unos negros sin vida...—El rubio al darse cuenta de lo que había dicho se tapó la boca sonrojado rogando por que el otro no lo haya escuchado. Mientras, el moreno ardía en un sonrojo que le llegaba hasta las orejas, al mismo tiempo la voz molesta de su cabeza se reía de ambos enamorados.

—E-eh a-am y-yo qui-quise de-decir q-que emm.— Decía tartamudo el rubio intentando que, su amado moreno, no abriera la puerta para ver su muy notorio sonrojo. Al mismo tiempo el moreno empujaba fuertemente la puerta para salir y decirle sus sentimientos al rubio.

—G-golden de-dejamé salir.— Pidió nervioso el moreno, mientras intentaba salir de ese bendito cubículo. Luego de unos 3 intentos logro salir de ahí quedando así frente a su amado rubio, a tan solo unos centímetros de sus labios.
—E-eh y-yo, t-tú m-me gu-gutas, se que no m-me vas a a-aceptar pero...— En eso el castaño sintió como los labios ajenos lo callaban con un dulce beso que transmitía el puro amor que sentian.

—Shh, osito, tu también me gustas, ¿Quieres ser mi novio?

—¡SI!— Dijo el moreno abalanzándose a los brazos del rubio.

Y así comenzó su hermosa historia de amor.

Fin.