Capítulo II // Conociendo mi camino.

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Ya estando más calmados JongDae y MinSeok tomaron asiento en los sofás que estaban en la sala. Cada uno frente al otro, sus miradas no se conectaban por mucho que MinSeok quisiera que el contrario lo mirara y así poder explicarle lo sucedido.

Mi nombre es MinSeok, Kim MinSeok... con ese nombre me conocen las personas de tu mundo ─dijo sin siquiera pensarlo─ pero de donde yo vengo, me dicen XiuMin ─JongDae lo miró queriendo preguntar si a qué se había referído, sin embargo, no lo hizo─.

¿Qué hacías en mi casa? ─preguntó Dae sin tanta vuelta─ No veo la necesidad de entrar por la ventana si pudiste haber tocado la puerta ─la mirada de ambos se conectó, sintieron como si se conocieran de toda la vida, pero nadie dijo nada─.

Yo... sé que lo que voy a decir no tendrá ningún tipo de sentido para ti ─el mayor jugueteaba con sus manos─ pero pensé que tendrías una chimenea, ya sabes, de las que nosotros usamos para entrar a algún lugar y esas cosas ─JongDae lo miraba confuso ya que no entendía ninguna de las palabras que salía de la boda del contrario─.

¿De qué estás hablando? ─no soportó la curiosidad, pensaba que no debía preguntar, pero su boca no se podía mantener cerrada─ ¿nosotros? ─su rostro de confusión dio a entender a XiuMin que los padres de Chen no le dijeron a este al mundo que pertenecía─.

¡Dime que tus padres te lo dijeron! ─gritó el de mejillas regordetas, no podía creer que los padres de Chen no le dijeran lo que en verdad era, lo que heredó por parte de su familia, ese tipo de cosas se les decía a los niños desde que cumplían los diez años, pero al parecer los padres de Chen nunca lo hicieron o preferían tenerlo fuera de todo eso─.

N-no sé de qué hablas ─tartamudeo Chen─ ¿Qué debían decirme mis padres? ─se levantó y sostuvo a Min de sus hombros sacudiéndolo suavemente─.

Dime que tus padres buscaron un tutor... pero no cualquier tutor... un tutor de magia. ¡tú eres un mago! ─Min sentía sus ojos arder, quería llorar, se sentía frustrado, si Chen no sabía que era mago, tampoco llegó a saber que ese joven sentado frente a él, ese joven de ojos grandes, labios delgados, de mejillas rojizas y regordetas era su... prometido─.

El menor se levantó de su lugar enojado, no entendía ni una sola palabra que salía de los labios de ese chico ¿por qué tuvo que aparecer en su casa? ¿No era mejor entrar en otra y decir todas esas tonterías a otra persona que no fuera él?. Chen caminaba en círculos por la sala, rascaba la parte de atrás de su cabeza mientras dejaba salir el aire contenido de vez en cuando debido a la frustración que sentía.

¡Largate de mi casa! ─gritó desesperado el menor─ No quiero escuchar ninguna de las estupideces que estás diciendo. ¡La magia no existe! Eso solo ocurre en las historias, tu estas muy grandecito para creer en eso ─no se dio cuenta que Min dejaba salir gruesas lágrimas hasta que lo escuchó hipar, el chico estaba llorando, y él sentía ese extraño sentimiento de querer abrazarlo cuando lo vio en ese estado, se veía débil, no le gustaba verle llorar, se sintió como un completo idiota cuando lo vio en ese estado, ese estado que él con sus palabras provocó.

Xiumin sintió unos brazos rodearle, cuando se dio cuenta que esos brazos pertenecían a la persona con la cuál compartiría su vida, como pareja. Su pecho dolía, muchas personas a lo largo de su vida le decían que era un tonto, un bueno para nada, que ni siquiera podía encontrar al chico con el cuál debía casarse porque era tan estúpido y torpe que no sabía por dónde comenzar a buscar, y ahora que encontró a esa persona lo había hecho sentir igual o quizá peor que todas esas personas ¿Cómo no iba a doler si tu persona favorita dice cosas dolorosas? ¿Cómo explicarle que lo amas sin haberlo conocido hasta ese día?... Se abrazó con fuerza a ese cuerpo y ocultó su rostro entre el cuello del menor, no quería que lo viesen llorar, por eso aguantó todos estos años sin nadie a su lado, esperando que ese amor que hoy encontró le dijera todo lo que él necesitaba escuchar.

Tranquilo, no llores, por favor ─dijo Chen en un susurro que pareció que movía la tierra bajo sus pies─ Perdóname... no quería decirte esas cosas ─acarició el cabello del mayor y con su otra mano levantó el rostro lloroso de Min. Al mirarlo a los ojos algo dentro de sí hizo «click» como si algo no hubiese estado completo y que en ese momento por fin lo encontró encajando perfectamente.







*Disculpen cualquier tipo de falla, muletillas, gramática u ortografía*

Actualizaré lo más pronto posible (ノ^o^)ノ

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Ahora siento menos nervios en actualizar :'v

Hechizos y Dragones || ChenMin  [PAUSADA]Where stories live. Discover now